143
Particularidades
del carácter japonés
El escritor peruano-español, Mario Vargas Llosa (1936-) dice al respecto:
“En esos tiempos remotísimos, la ficción constituía una parte sustancial de
la vida humana y que los contadores de historias —los kataribe— cumplían una
función social de primer orden. No sólo entretenían a los hombres y mujeres del
común, en las aldeas y posadas, y a las familias encumbradas en los palacios y
en la corte; además, a nobles y plebeyos les abrían las puertas de unos mundos
fabulosos, de proezas extraordinarias y seres ejemplares o de pesadilla cuyas
aventuras los desagraviaban de las miserias, rutinas y frustraciones que
padecían en éste. En cierto modo, la ficción era el complemento, y para algunos
acaso el sustituto, de la religión como fuente de la vida espiritual”.
Incomprensiones:
En el texto: Sumario de
las cosas de Japón (1583),
que el jesuita Alejandro Valignano
realizó con el fin de dar cumplida cuenta al General de la Compañía de Jesús
del estado general y especificidades de la Misión de Japón. En un fragmento
señala:
«… Es de saber
que acostumbran universalmente en todo Japón usar de una bebida hecha de agua
caliente y de unos polvos de una hierba que llaman cha, que entre ellos es
tenida en gran cuenta, y todos los señores tienen en sus casas un lugar
particular donde hacen esta bebida… tienen también una manera de escudillas de
barro con que dan de beber dicho cha y unos boyones en que conservan la dicha
hierba todo el año … Y todas estas vasijas, cuando son de cierta manera (que
solamente los japoneses conocen), son tenidas entre ellos en tanta estima que
de ninguna manera se puede creer, porque muchas veces … por una de aquellas
escudillas o boyones dan tres, cuatro y seis mil ducados y mucho más, siendo a
nuestro parecer cosas de risa y de ningún valor. Y el rey Bungo… me mostró un
boyoncito de barro… que realmente entre nosotros de ningún uso sirviera sino
para meterlo en una jaula de pajaritos para que bebiesen agua en él, el cual
compró el mismo por nueve mil taes de plata, … porque los que entre ellos son
estimados han de ser hechos por algunos maestros antiguos; y ellos tienen tales
ojos luego entre mil los conocen propiamente, como suelen hacer entre nosotros
los plateros que saben distinguir las joyas falsas y las verdaderas, y este
conocimiento no parece que podrá nunca alcanzar ningún hombre en Europa, porque
por mucho que los miremos no podemos acabar de conocer en qué consiste el valor
ni en que está la diferencia… Asimismo usan de tener un papel pintado con una
avecita o con un arbolito de tinta negra, que cuando fue hecha por mano de
antiguo que ellos conocen, recompran y venden… sin tener otro ningún valor a
nuestros ojos y parecer… Y cuando nosotros decimos por qué gastan tanto dinero
en estas cosas… responden que lo hacen por la misma razón porque nosotros
compramos un diamante o un rubí por tan grande precio… antes dicen que las
cosas que ellos compran y estiman tanto sirven para algún uso y por eso es
menos culpable su imaginación en dar por ellas tanto, que la imaginación de los
de Europa en comprar piedrecillas que no sirven para uso alguno…»
Ir al
capítulo 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11/12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 100 101 102 103 104 105 106 107 108 109 110 111 112 113 114 115 116 117 118 119 120 121 122 123 124 125 126 127 128 129 130 131 132 133 134 135 136 137
138
139
140
141 142
No hay comentarios:
Publicar un comentario