miércoles, 30 de septiembre de 2009

TUPÁ


por Juan Disante

“Rara vez pienso sólo con palabras”.
Albert Einstein


Los mitos y leyendas originarios nos hablan con mucha mayor claridad que la razón de los hombres.

Saga es la Diosa de la Historia y también es una senda. Si avanzamos en el camino hacia el pasado, encontramos que el de Tupá es la saga mitológica guaraní más interesante del continente, porque acertó en predecir el desastre ecológico incubado en el mundo actual.

Tupá, también conocido por Oreyerá o Ñamandurueté, es hacedor del bien, siendo el espíritu supremo del trueno, porque éste es Arasunú, en el cual Ara es el cielo, el alto firmamento por excelencia, y Sunú la onomatopeya del terrible retumbo del trueno. Osunú es el trueno bueno, pero la sabiduría guaraní entendía que todo ente tiene su contrario-asociado. Las dos mitades “necesarias”. ¡Que extrañamente zen y dialéctico! El concepto de nuestros primeros dioses apoyaban su pluma en una realidad divergente y, a la vez, concordante; en donde se necesitaban de las dos fuerzas para acrecentar la propia identidad: lo malo y lo bueno.

Entonces, de modo análogo y por oposición, existía Añá el dios del mal -asociado al mismo diablo- que se dedicaba a confrontar con su enemigo Tupá y a hacerle la vida imposible, queriendo imponer las calamidades. Por eso el bueno de Tupá, apoyado en las fuerzas naturales, salía a pelear contra la lógica de la linealidad y la villanía de Mandinga.

Entre los primitivos tupíes y los botocudos, el relámpago Ara-Berá o Tupá Berá, era el Dios Tupí que se confundía con el cielo infinito y, usando el lenguaje de su brillo eléctrico, enseñaba a los humanos que debían cuidar la tierra como a sus propias vidas y les recomendaba no alterar la armonía vegetal, animal y mineral que los dioses habían otorgado en préstamo a los habitantes. El equilibrio natural era la mayor herencia a respetar y la depredación era sancionada con la respuesta de las fuerzas naturales. Además, debían de hacer oídos sordos a los ofrecimientos desleales de Añá, la deidad que sólo les ofrecería ignominia y “macanas”.

De todos los dioses americanos Tupá fue el que reinó sobre los territorios más vastos. Su imperio se extendía desde lo que hoy es la península de Florida, abarcando todo el litoral del Atlántico hasta el Río de la Plata. Su influencia era tan preponderante que los pueblos querandíes, caribes, tupíes, guaraníes y charrúas eran adoradores fervorosos del Tupá. Ellos sabían que veneraban a un dios que, morando en las alturas montañosas, les había dado sobradas muestras de su altruismo y que (¡atención!), no sólo producía rayos, lluvias y vendavales, sino que en su furia ante las transgresiones de los hombres al medio ambiente, podía generar también terremotos.

Ninguna divinidad europea ni asiática ejerció un poderío más extenso que Tupá, pero los viejos sabios de las tribus habían escrito para las futuras generaciones que cuando llegara el santo sacerdote blanco desde muy lejos –y que haría alianza con Añá- comenzaría el crepúsculo del afable dios guaraní.

Y la profecía se cumplió: de más allá del océano vinieron los nuevos ocupantes y el dios del trueno fue vencido en muchas batallas por el soberbio Añangá Memby, la nueva personificación del desastre.

Curiosamente, los primeros jesuitas, que intentaron dirigir el culto a Tupá (porque significaba el Principio del Bien), se encontraron a lo largo de sus catequesis, que no sólo significaba una superstición literaria del mito de Jaraparí, sino que el poder de las fuerzas naturales del bien estaba convocado, en cada cita, por singulares ritos y danzas que los originarios pobladores ejercían en los momentos de crisis.

Los evangelizadores ya en Europa tampoco habían dado crédito a la existencia de Júpiter Tonante, el arremolinador de nubes de la Grecia de Zeus.

¡Qué error!

Hoy, siglo XXI, la más avanzada ciencia ha descubierto el papel fundamental que cumplen los relámpagos en el medio ambiente planetario. A su parecer, los huracanes son impulsados por la tala de bosques y actúan normando el eco sistema. Mientras que los rayos trabajan en forma directa sobre la ionización del magma, creando de esa manera nueva vida –llamada plasmacélulas- en su titánica y eterna lucha contra la devastación perseguida por el diabólico Añá.

Ese malmandado de Añá, que a veces gana batallas y a veces las pierde.

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( "... pero, Tupá supo internarse en ese futuro amenazante, y entonces esparció sobre el caribe generosas semillas de Tabanuco, varios huevos de Iguanas verdes de papada hinchada, una ignota a-materia mineral que, un próximo premio Nobel, anunciará como pilares en la lucha contra el calentamiento global... y propagó rayos... muchos rayos" )

lunes, 28 de septiembre de 2009

Un acto de amor

Por Horacio Verbitsky

El periodista hace una especie de crítica literaria sólo con algunas frases textuales y una foto. Fue publicado en Página 12 el 20-09-09.


El diario La Nación ha publicado un delicioso librito, Marcos Aguinis, semblanza de un escritor, redactado en tercera persona por el propio Aguinis, gurú del grupo Aurora de una Nueva República. Ninguna pluma podría decirlo mejor, por lo cual lo que sigue es apenas transcripción textual:



- “Al escribir La cruz invertida, que desmenuza la situación preconciliar de la Iglesia Católica, él mismo llegó a sorprenderse:
–¡Carajo, cuánto sé de todo esto!”.
- “A los doce años estalló su romance con la literatura”.
- “Tenía cualidades para ser concertista de piano y también mostraba habilidades para la escritura y el dibujo”.
- “Imbuido de rigor científico, no dudaba en ajustar la teoría a las evidencias”.
- “París tuvo también el raro privilegio de haber sido la ciudad que vio morir al Aguinis músico. A pesar de los aplausos en numerosos conciertos”.
- “Ambos habían nacido en Córdoba (aunque Maimónides en la que está del otro lado del Atlantico), ambos eran del año 35 (con un tabique de apenas ocho centurias), ambos debieron partir de su ciudad natal, ambos dedicaban gran parte de su vida al estudio, a la razón y a la crítica, ambos se interesaban por asuntos comunitarios, amaban la justicia y estaban abiertos a ideas ajenas”.
- “Aguinis conoció a teólogos progresistas que redactaban textos para el Concilio. El objetivo era aggiornar la Iglesia y favorecer la fraternidad, la justicia y el entendimiento recíproco. Los conocimientos religiosos de Aguinis los impresionaron y fue invitado a participar de las primeras reuniones ecuménicas que se hacían en el mundo. Quizás uno de esos jóvenes teólogos se llamaba Ratzinger”.
- “Hoy se reconoce a Refugiados: crónica de un palestino, como una obra de gran ecuanimidad y extraordinaria intuición”.
- “Con las manos en el cerebro del paciente, Aguinis sintió un suave golpeteo en su hombro. –Lo llaman desde Barcelona, quieren hacerle un reportaje –dijo una enfermera.
–Ahora no puedo.
–Es que están en cadena todas las radios y televisoras de España –agregó con timidez.
–Que conteste mi esposa.”
- “Los textos de Operativo siesta son un catálogo de la riqueza que habitaba en su espíritu: agudeza, humor, ternura, ironía, ojo crítico”.
- “Que los personajes hablen con entera libertad y defiendan sus convicciones, hace que las novelas de Aguinis exhiban una solidez que resiste el paso del tiempo”.
- “De todas sus numerosas columnas, hubo una que desbordaba tanta ironía que los encargados de la censura no fueron capaces de percibirla [...] Aguinis no fue molestado por semejante mofa porque la habían considerado un elogio”.
- “Carta esperanzada a un general se convirtió en el punto de arranque para su extensa y exitosa carrera como ensayista”.
- “Durante la última dictadura [publicó] una vibrante biografía de Guillermo Brown, encargada por la DAIA con el objetivo de donar su primera edición a la Marina. ¿Cómo se explica semejante dádiva a los opresores? [...] Escribió un libro tan hermoso que luego fue motivo de incesantes reediciones. Le enorgulleció enterarse de que, gracias a esa obra, se salvaron vidas”.
- “Ese ensayo se convirtió en una sorprendente enciclopedia de vicios, defectos e inmoralidades vistos bajo el paraguas de un áspero sentido del humor [y] completa una estupenda radiografía”.
- “La gesta del marrano ha sido elogiada como una de las grandes obras del siglo XX. Dosifica suspenso, belleza narrativa, escenas muy vívidas y retrata a un protagonista inolvidable. [...] Muchas personas han leído una sola novela en su vida; y buena parte de ellas eligió La gesta del marrano para su debut y despedida”.
- “La franqueza de Marcos Aguinis pega fuerte en un país resignado a la mentira, el fraude, la corrupción y los discursos hipócritas”.
- “Un hombre lo increpó en la calle.
–Por su culpa casi morimos mi mujer y yo. [...] Yo manejaba mi auto y no podía parar de leer La gesta del marrano, que lo tenía abierto sobre el volante”.
- “Elogio de la culpa incorporó una originalidad al género ensayo, porque lo apartó de su habitual carácter solemne. El libro rebasa picardía y hasta erotismo. [...] Es un estudio profundo y erudito que no deja percibir cuánta bibliografía lo sostiene del derecho y del revés, porque sus páginas bailan. Las conclusiones son admirables”.
- “Le atraen las mujeres pícaras y alegres”.
- “Una ficción conmovedora, electrizante. Varios personajes inventados son tan creíbles que no se los puede distinguir de los genuinamente históricos. La obra significó un aporte sustantivo para entender las falencias humanas. [...] Lo narra con mano maestra”.
- “Los iluminados es una obra grandiosa, [en la que] sobresalen seres entrañables y puros, impulsados por el amor y la búsqueda de la verdad. La obra es un aporte sustantivo al género, como las grandes novelas de Thomas Mann, Marcel Proust, Romain Rolland o Ian McEwan. Pese a su extensión, se lee con fruitivo placer y curiosidad. Los avatares de sus personajes tienen un desarrollo ajustado y punzante. El suspenso no da respiro”.
- “Rosendo Fraga insiste en que Aguinis heredó de Sarmiento su vena intelectual y su puño de acción. Otros dicen que es una curiosa mezcla de Sábato y Borges”.
- “Sonriendo, señala que imita a Johann Sebastian Bach, quien componía frente a su órgano de iglesia desde el desayuno hasta la cena”.
- “Sus lectores, amantes de su franqueza, humanismo y buen humor, le agradecen que, con frescos 74 años, se siente todos los días al teclado de su computadora para seguir pergeñando sueños”.


Poco se puede agregar. Gracias a La Nación y a Marcos Aguinis por este incomparable acto de amor.




http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-132079-2009-09-20.html

Devaneos idiomáticos 3

por el Prof. Francisco Vásquez



PÉRDIDAS Y GANANCIAS

¿Cuántas veces, en el terreno lingüístico, han pretendido mostrarnos lamentables pérdidas como provechosas ganancias? ¿Cuántas veces se nos ha contado la historia del “enriquecimiento” de la lengua, cuando en rigor la lengua se estaba empobreciendo y, para remate, ensuciando? Tomemos dos ejemplos, uno antiguo, y otro moderno:

Detalle (detallista, detallar): galicismos que ingresaron en nuestra lengua en el siglo XIX, y, a modo de comodín, fueron reemplazando infinidad de voces indígenas:
Como vemos, una voz foránea se ha usado, y se sigue usando, en lugar de minucias, pormenores, peripecias, circunstancias, prolijo, enumerar, por menudo, paso a paso, puntualizar, etc. Este extenso surtido de voces y expresiones españolas tiene la ventaja de poder aplicar a cada caso determinado, la palabra más apropiada, lo que no ocurre con detalle y detallar, que se aplican siempre a las distintas circunstancias vistas; como una zapatería que vendiese zapatos todos del mismo número. A eso suele llamársele “enriquecimiento”. Por supuesto, lector: la Academia ya cobijó hace mucho en su diccionario al barbarismo, concediéndole ¡seis artículos!: detalladamente, detallado/a, detallar, detalle, detallismo, detallista. Alguien me dirá: esas seis palabras enriquecen la lengua, pues contrapesan, aproximadamente, las nueve voces y expresiones castellanas que fueron reemplazando, lo cual no es así, pues lo que la Academia aprobó es toda una familia de voces derivadas de la palabra madre, detalle. Si hiciésemos lo mismo con las españolas reemplazadas, y con las que no se nos quedaron en el tintero: minucias, minucioso, minuciosamente, minuciosidad, etc., llegaríamos a varias docenas.

Estrés: hasta aquí, el ejemplo antiguo. El ejemplo moderno que paso a exponer, es estrés. Antes de que este vocablo inglés se colase en nuestro habla, nos manejábamos, según las circunstancias, con varios términos castellanos. Ejemplos: cansado – Nos sentíamos agotados – Se halla abrumado – Las tensiones me están matando- De puro fatigado, desistió – Me hallo sobrecargado de obligaciones – Es tanta la opresión, que el médico le mandó reposo – Es un día muy agitado>
Hoy, merced a la adquisición lingüística, las frases antecedentes serían: ¡Qué variedad!
Como ve el lector, han desaparecido los matices, la palabra o frase adecuada a cada situación, la diversidad (“varietas delectat”). Todo se resuelve con un solo vocablo, y algún miembro de su familia. Otro ejemplo de presunta riqueza y supuesto enriquecimiento lingüísticos.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Ruido de fondo

por Rodolfo Alonso



Las manos de la nieve
la nieve que cae en sueños
tus sueños como sombras
que asombran nuestro día
el día que no aclara
lo claro de tu risa
que ríe sin que lo sepas
saber que no eres mía
mi pequeña insistencia
que insiste en recordar
el recuerdo que vuela
volando ante el olvido
sin olvidar tu cuerpo
el cuerpo que ilumina
iluminando frondas
la frondosa alameda
álamos contra el cielo
el cielo de tu boca
la boca de la muerte
la muerte que no muere
morir de haber vivido
viviendo como vives
la vida que me das
te doy lo que me duele
el dolor padre y madre
la madre amante hembra
las hembras junto al fuego
el fuego que es la especie
la especie está en peligro
peligran nuestros miedos
los miedos luto en flor
Florencia nunca nunca
nunca será Las Vegas
ni veo en Delfos lumbres
para alumbrar Wall Street
estrías del planeta
planetas que se extinguen
extintos valles fértiles
fértiles sueños manos
las manos que se aman
al amor de lo hecho
hacer lo que se pueda
poder hablar decir
te digo lo que canto
cantar como las manos
manos que construyeron
construir sobre el abismo
abismos que se abren
y abriéndose se cierran
sobre gargantas libres
libertad y justicia
justicia entre las manos
las manos de la nieve

viernes, 18 de septiembre de 2009

Adentro no hay ningún loco

por Juan Disante

Escritores del "Club de Letras" de Vicente López, visitamos el internado Borda. Participamos en una audición de la FM "La Colifata", apoyamos el proyecto de desmanicomialización y escribimos con la participación de los internados la letra de una milonga que titulamos entre todos: "Se acabaron los locos".
Pudimos conocer que en el Hospital Neuropsiquiátrico José T. Borda funciona un programa de alta, donde algunos pacientes trabajan el tema de su externación con una sabiduría admirable.
Se hacen distintas actividades y una de ellas es la de los 'Molineros del Borda'.
Aquí fabrican papel artesanal con el cual hacen tarjetas de casamiento, de cumpleaños, personales, diplomas y varias cosas más. Tienen muy buena calidad de papel y buenos precios.
La propuesta es que hagamos entre todos una cadena de mail para que este emprendimiento pueda hacerse conocer cada vez más. Ellos necesitan trabajar, y cada producción que hacen y venden es un ingreso y esto, como para cualquier persona, es necesario y gratificante para ellos.
Estamos enviando la dirección de mail y el teléfono para que cualquiera que necesite alguna tarjeta pueda comunicarse:
molinerosdelborda@yahoo.com.ar o al 4304-5546

sábado, 12 de septiembre de 2009

Reencuentro

a D.L.

Ya todos saben para quién trabajan
Traduzco un artículo de Esquire
sobre una hoja de Kimberly-Clark Corp.
en una antigua máquina Remington.
Corregiré con un bolígrafo Esterbrook.
Lo que me paguen
aumentará en unos cuantos pesos las arcas
de Carnation, General Foods, Heinz,
Colgate-Palmolive, Gillette
y California Packing Corporation.

José Emilio Pacheco

Escuché el poema por primera vez hace más de veinte años, de boca de un generoso profesor que cerró un curso de literatura latinoamericana con su lectura. No apunté ni el título ni el autor, solo me limité a disfrutar de la voz, la cadencia, las modulaciones de un lector que –supe después- también era poeta. Acaso por timidez, no me animé a acercarme a él al terminar para pedirle los datos que no había alcanzado a apresar tras el impacto brutal, la conmoción. Nunca lo olvidé. Es decir, olvidé la totalidad de las palabras y el orden. Pero no su esencia. De algún modo sobrevivían en mi memoria no solo los nombres de las marcas familiares (tenía la certeza de haber escuchado Remington, la vaguedad de haber oído Gillette, me arriesgaba con Colgate-Palmolive) sino también cierta idea de la estructura: creía recordar la enumeración, una primera persona. A pesar de que lo intenté durante mucho tiempo nunca pude reconstruirlo con tan pocos fragmentos. Porque, a menos que el azar me hubiera permitido toparme con él, ¿cómo hacerlo? Llegó entonces una máquina a mi vida y creí develar el enigma. Fracasé. Los jirones seguían siendo escasos para el buscador electrónico. Quería más pistas que yo no podía ofrecerle. A punto de rendirme, después de probar con unas pocas palabras que no acertaban a componer la contraseña, pensé indagar a quien oficiara de intermediario en nuestro encuentro: el maestro que había elegido el poema para compartirlo con un numeroso grupo de estudiantes de Letras. También para despedirse. Tratándose de alguien muy reconocido en el mundo académico no me sorprendió convocar casi instantáneamente a sus propios textos ante la simple inscripción de su nombre en la red. Fue otra cosa lo que me dejó perpleja: que apareciera así, casi naturalmente, su dirección de correo electrónico. Esos signos eran mi incierta tabla de salvación pero me aferré a ellos y le escribí. Fui todo lo precisa que pude ser: mencioné fechas, carreras, materias, hasta concentrarme en un día. Un instante de aquel día. Aquella clase final. Aquel (éste) poema. La respuesta fue inmediata. Con entrañable sencillez el profesor no solo me confesaba cierto desconcierto ante el pedido y me llamaba amiga, también me adelantaba un posible título y autor (que reconstruía con tan mínimos datos!) a la vez que me prometía que esperara su confirmación ya que no tenía el libro en su poder (lo había donado junto con toda su biblioteca). Si con tan pocas líneas ya era feliz, lo fui aún más al recibir el envío del texto completo -precisamente el que me anticipara- que llegó a corto plazo. Supe que la tecnología aún podía reservarnos algunos milagros. Haberme reencontrado con la composición de Pacheco era uno; el otro -insospechado y por ello tan místico para mí-, haber iniciado una amistad epistolar con mi maestro. De ambos hechos he tardado en reponerme. Tanto, que para escribir la experiencia fue inexorable que aguardara su transfiguración en recuerdo.
Resta ahora tratar de desentrañar por qué mi memoria se empecinó en retener esos versos. Creo tener las razones: el mexicano habla de nuestras venas abiertas y el eterno tributo (una de las preocupaciones en las que me reconozco desde siempre). Y lo hace desde el oficio del escritor. Valerse de las herramientas, tachar, borronear, corregir, hasta hallar la palabra, para traducir a otro o al mundo, quizá sea la mejor definición para quien no cesa de buscar su propia voz.

Nancy Manoli

viernes, 11 de septiembre de 2009

Más de 1000 cuentos compiten en el concurso Manuel Mujica Lainez

Una gran participación tuvo el concurso de cuentos “Premio Municipal de Literatura “Manuel Mujica Lainez”, organizado por la Dirección General de Cultura de la Municipalidad de San Isidro y que actualmente se encuentra en la etapa de selección de los trabajos.
Exactamente son 1.100 los cuentos recibidos y que ahora se someterán a la estricta mirada del jurado que en esta edición está integrado por Abelardo Castillo, Sylvia Iparraguirre y Guillermo Martínez.
Los cuentos que participan (inéditos con tema libre) no sólo son de San Isidro; se han recibido obras de los municipios vecinos, de la ciudad de Buenos Aires, de las provincias de Córdoba, Catamarca, Chubut, Neuquén y de otros países tales como Puerto Rico, Chile, Colombia, Suiza, Uruguay, México y España.
La inscripción cerró el 28 de agosto y según lo previsto el jurado se expedirá el martes 3 de noviembre y su fallo será inapelable. La Dirección General de Cultura de la Municipalidad de San Isidro comunicará los resultados a los ganadores telefónicamente y por correo electrónico.
La entrega de premios, en tanto, se realizará el viernes 13 de noviembre, a las 18, en el Museo, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal “Dr. Horacio Beccar Varela”, sito en Adrián Beccar Varela 774.
El primer premio será de $ 2.000 (pesos dos mil), medalla y diploma y el segundo, $ 1.000 (pesos mil), medalla y diploma. Además, se entregarán 8 menciones con entrega de medallas y diplomas. Los premios y menciones serán incluidos en una antología.
Para mayores informes hay que comunicarse al 4512-3210.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Docentes y literatura infantil

Hace unos días recibí una invitación de la gente de la Ciudad de Buenos Aires para asistir a una charla sobre Literatura Infantil y Juvenil, las panelistas fueron Sandra Comino y Karina Skidelsky, escritora y librera, respectivamente.

El encuentro para mí fue una fiesta, escuchar a gente «del palo» haciendo recomendaciones a troche y moche fue de gran riqueza, intercambiamos opiniones entre los presentes, comentamos realidades de libreros, en fin, algo que no se da todos los días. El asunto es que la reunión hizo germinar una idea: la de brindarle a los docentes de la zona charlas sobre actualización en Literatura Infantil. No se hace mucho al respecto, y en todo caso, nunca es suficiente. La difusión de lo que publican editoriales pequeñas, no tradicionales y que no tienen la posibilidad concreta de estar en la prensa se torna dificultosa. Por ello tomamos el toro por las astas y los días 28 y 29 de 10 a 12 y de 14 a 16 invitamos a todos los docentes interesados a concurrir a las Jornadas de Actualización sobre Literatura Infantil en nuestra librería. Personalmente tomo el compromiso de asesorarlos con «toda la carne al asador» ya que contamos con un nutrido espectro de novedades. En principio, hablamos de Educación Inicial y de los dos primeros Ciclos de EGB, ya que de 12 años en más nos estaríamos refiriendo ya a Literatura Juvenil y eso da para otro encuentro.
Creemos que es una excelente oportunidad para que puedan conocer material nuevo, cuya llegada a los colegios es bastante dudosa (normalmente no cuentan con promotores que puedan visitar a las escuelas). Nos gusta poder ser una especie de canal que transmita opciones, alternativas, en cuanto a temática, y también en términos de precio.
Si bien la entrada es libre, solicitamos que se inscriban con anterioridad para organizar y optimizar los encuentros.
La cita es en Tierra de Libros, Albarellos 826, Acassuso, a una cuadra de la estación del tren que va a Tigre, confirmaciones al 4798-2965 o por mail a tierradelibros@fibertel.com.ar
Los esperamos.

Silvina Rodríguez

lunes, 7 de septiembre de 2009

HAY QUE SUPONER

por Juan Disante

Supongamos que usted una mañana se despierte,
se siente en el borde de la cama,
se mire el cuerpo,
se estire como un gato
y apretando el riñón con su índice,
diga bueeéh…!
Supongamos que una mañana usted se despierte…
poeta.
Supongamos.
Que deposite una gota de esternón
sublingual,
estire el regreso de un deseo,
y frente al ingreso ventanal del sol,
se hamaque.
Que levante las cuatro sotas que dejó tiradas anoche,
le recorte los tacones,
y al periódico del día lo salpique
con matecocido y porfía.
Que le den ganas de dibujar bocas y zapatillas,
dejar escapar todos los adjetivos por las mirillas,
perseguir en paños menores a la metáfora menor
por toda la casa.
Que de repente se le aparezca la letra jota
minúscula,
y aquella vieja historia de la música,
secrete.
Que los sedimentos sedimenten,
los nutrientes refrigeren,
los amores platonicen,
los perdedores ironicen.
Digamos, que a usted no le interese más otra cosa
que la semilla,
el desentono,
quebrar el semen.
Querrá fatigar el suburbio
si devino poesía,
resoplar su potrillo.
Vamos a suponer que sale a la calle en puntas de pié,
que salude cortésmente a una señora con sombrero.
“Buon giorno”
y en vez de una flor le obsequie un soliloquio.
Por un momento, supongamos
que al doblar la esquina del buzón
vienen a su encuentro Alejandra Pizarnik del brazo de
Julio Cortázar,
lo besen como a un viejo cómplice
y se vayan los tres abrazados hasta la última mesa
de un bodegón malhablado
a describir, muertos de risa,
el rechinar de los pecados
que pasan
en fila india… uno a uno.

Piénselo.
Una mañana desatinada
usted debería suponer.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Devaneos idiomáticos 2. por el Prof. Francisco Vázquez

S O C I A L E S
DECESOS

El mundo de la lingüística lamentó, tiempo atrás, la desaparición de dos miembros, activos y útiles, de su sociedad. Eran don Futuro Imperfecto de Subjuntivos (Q.E.P.D.), y su hermano, don Futuro Perfecto (también, como es natural, de Subjuntivo). No puede asimilarse a una sociedad simplista y poco alambicada, y ese primoroso arrequive del “lo que fuere sonará”, o del “quien lo hubiere hecho lo pagará”, lo perdimos, excepción hecha, acá en la Argentina, de algunas códigos legales, o del ambiente curialesco, en donde tal cual vez, los finados se aparecen, como en los viejos castillos ingleses, para espanto del desprevenido visitante. Nuestra sociedad lingüística castellana perdió con ellos dos valiosos miembros, y algo de la galanura y la preciosa complejidad que caracterizan, en lo que hace a su sistema verbal, a las lenguas latinas, en contraposición a la simpleza y desnudez, por ejemplo, de inglés usual. Recemos por el alma de estos dos malogrados servidores.
Pero no vinimos en realidad hoy a recordar a dichos difuntos, sino a uno que pronto lo será (sí, lector: nuestro periódico no hace necrologías solo de los muertos hechos y derechos, sino también en quienes están de llegar a serlo; digamos que para ir ganando tiempo y sacarse de encima la obligación).
Ello es que otro miembro de la honorable sociedad gramatical, simplote, llano, fácilmente usable y entendible, útil (útil a más no poder), que antaño creímos irreemplazable; un miembro honorable e inofensivo que cumplió con su tarea eficientemente desde hace siglos, está siendo ya velado, y a punto de ser enterrado, no sé si con los honores que le corresponden. Hablamos del Futuro Imperfecto de Indicativo. ¡Qué claro y simple suena “iré, comprará, volveréis”! ¿Puede pedirse algo más a la mano, algo más útil? ¿Qué lengua no tiene su equivalente? Pues, así y todo, este individuo tan eficaz y sin complicaciones, desde hace rato está siendo aperreado: primero lo rebajó una expresión antes no usada con valor de futuro: “voy a ir” por iré, “vamos a verlo” por lo veremos, etcétera. Sí, lector, ya sé, bien te oigo: “voy a ir” y “vamos a verlo” son expresiones castellanas correctas; pero te recuerdo que según muchos gramáticos el uso tradicional las reservó para actos que en este momento me dispongo a efectuar: “voy a comer” vale “me dispongo en este instante a comer”, “voy a partir” vale “me dispongo en este instante a comer”, etc.
Bien, ¡cuántas miles de veces no escuchamos modernamente el uso de esta expresión en lugar del Futuro Imperfecto de Indicativo! No lo habían matado, tal vez, mas lo tenían herido de gravedad. Pero, mal que mal, todos, individuos particulares e instituciones académicas, habíamos hecho la vista gorda ya que, en última instancia, la corruptela, que yo sepa, había nacido en el mismo seno de la lengua, y no nos había llovido de afuera. (¿Evolución, que le dicen?)
Pero ahora las cosas son muy otras; el puñal con que lo están atacando no es acero toledano, sino de fabricación, al parecer, inglesa: hablo del gerundio con valor de futuro. ¡Nada de “mañana saldremos de viaje”, como decían los abuelos, ni nada de “el mes que viene abriremos las puertas de la tienda”, como era tradicional! Ahora ya va siendo “mañana estamos saliendo de viaje”, “el mes que viene estamos abriendo las puertas…”. Uso, a mi entender, inglés, que, por lo menos acá en la Argentina (uno tiene la esperanza de que en el resto del dilatado imperio idiomático español las cosas no sean así), se está difundiendo a una velocidad y con una fuerza propias de las pestes más virulentas.

¡Pobre Futuro Imperfecto de Indicativo!; no te merecías esa suerte.