martes, 31 de marzo de 2009

"Grageas idiomáticas" 2

Francisco Vázquez, estudioso del idioma y vecino de San Fernando, aceptó gentilmente colaborar con “Prensa Libre literario”, enviando lo que él llama “grageas idiomáticas”, que bien pueden servir para que empecemos a tratar mejor a nuestro idioma. (Hoy del 11 al 20).
11) Hay dos palabras curiosas en español, que han ido perdiendo su significado original, para ir pasando a querer decir exactamente lo contrario: enervar y lívido. Enervar comenzó su carrera con el significado de debilitar, quitar fuerzas, y la ha concluido con el de irritar, tal vez porque la segunda acepción del equivalente francés tenga ese significado. Lívido, por su parte, comenzó significando amoratado, y acabó su aventura con el sentido de intensamente pálido, manteniendo la Academia ambas acepciones en ambas palabras. Por tanto, enervar significa al mismo tiempo aplacar e irritar, y lívido, amoratado e intensamente pálido. ¡Aderézame esas medidas!

12) La flauta, usada generalmente en la orquesta sinfónica, que el intérprete toca dirigiéndola a un costado de su rostro, por su peculiar posición se ha llamado “travesera”, es decir, que va colocada de través. En la Argentina, vaya Dios a saber por qué, se ha dado insistentemente en llamarla traversa.¿Qué significado tiene en castellano la palabra traversa? En primer lugar, digamos, ya que de adjetivo estamos tratando (un califcante de flauta), que no existe en nuestra lengua el adjetivo traverso/a. La única palabra vigente en el diccionario es el sustantivo femenino traversa, que para colmo significa en su primera acepción un madero del carro, y en la segunda, un cabo propio de la náutica. En conclusión, corresponde decir, sin duda alguna, flauta travesera.

13) La palabra más genuinamente nuestra para señalar a quien encabeza una orquesta es, sin duda, director. Ello no quiere decir que tal cual vez no podamos emplear la voz conductor; pero el abuso de este último vocablo, su uso permanente, obedece, seguramente, a influencia del equivalente inglés, conductor. Su uso frecuente puede ser tildado, pues, de anglicismo.

14) En nuestro Delta del Paraná, las posadas se llamaron desde antiguo recreos. Veo hoy ir en regresión la palabra, al irse empleando otras que nunca han sido propias de la comarca: Hotel, ríotel, etc. Fuera de desear que la voz tradicional no se perdiese.

15) El anglicismo bingo, ya incorporado al diccionario académico, vino a suplantar malamente a la palabra tradicional lotería. Las pocas diferencias que puedan reconocerse entre uno y otro juego no justifican en manera alguna el reemplazo de la voz castellana por una extranjera.

16) A propósito: Locución adverbial con que se expresa que una cosa es adecuada u oportuna para algo: «Esa herramienta es a propósito para golpear». También locución adverbial con que se expresa que una cosa al ser mencionada, ha sugerido o recordado la idea de hablar de otra: «A propósito de José, ayer lo vi en la iglesia». De propósito: Con intención determinada, voluntaria y deliberadamente: «No lo hiciste sin querer; lo hiciste de propósito». El uso ha reducido estas locuciones a sólo una: A propósito. El diccionario ya da a propósito como equivalente de de propósito, lo cual no es bueno, pues hemos restado un modo de expresión al acervo lingüístico castellano. Diferenciar funciones con palabras y expresiones diferentes y específicas, enriquece y perfecciona los medios de expresión.

17) La conjugación de los verbos errar y apretar, según cánones gramaticales, ha sido prácticamente derogada en la Argentina. Verbo errar, presente de indicativo (forma académica): Yo yerro, tú yerras, él yerra, nosotros erramos, vosotros erráis, ellos yerran. En la Argentina: Yo erro, tú erras, él erra, nostros erramos…ellos erran. (Así en los demás modos y tiempos). Verbo apretar (forma academica):Yo aprieto, tú aprietas, él aprieta, nosotros apretamos, vosotros apretáis, ellos aprietan. En la Argentina: Yo apreto, tú apretas, el apreta… ellos apretan. (Observaciones similares para los otros modos y tiempos). Por supuesto, a extranjeros que conjugan correctamente estos verbos el uso generalizado argentino les debe de sonar espantoso. ¿Podremos algún día enseñarle a la gente la conjugación correcta de los verbos apretar y errar? ( Si no lo hace la escuela…)

18) Periódicamente se pone de moda el uso de aros o brazaletes en los tobillos. En el momento en que esto escribo lo está, aun entre los hombres, que con varonil ímpetu han dado en abrazar en los últimos años cuanto uso femenino en el vestido y el adorno se les ponga a tiro. Se les suele llamar a esos adminículos pulseras, denominación incorrecta, pues esa prenda deriva su nombre de pulso, es decir, de la zona del brazo que llamamos muñeca. La palabra más correcta para las de los pies es ajorca, teniendo en cuenta que ajorcas se pueden llamar según el diccionario también los aros que se ponen en muñecas y brazos.

19) El monedero que se coloca con una correa en la cintura se ha llamado tradicionalmente escarcela. Al reinstalarse el uso de los mismos en la Argentina hace algunos años, renació con el nombre de riñonera, palabra que no hallo en mis diccionarios. ¿Será que al principio se los usó a las espaldas, para pasar a ocupar después la parte delantera de la cintura? El antiguo dicho «tiene el riñón bien cubierto», en el sentido de tener el individuo riqueza, ¿no abona, en cierta medida, la nueva voz?

20) Uso reprobable de la preposición A: Se considera el procedimiento A seguir; su proyecto figura entre los asuntos A tratar hoy; éstas son cuentas A cobrar; depósito de mercaderías A despachar; cartas A contestar; lecciones A estudiar, y otras expresiones análogas, son incorrectas por el uso galicado que en ellas se da a la preposición a. Es propio del genio de la lengua francesa decir, v.gr.: le projet Á étudier, une question Á traiter, le comédie Á représenter, pero estas formas sintácticas no pueden volcarse literalmente al castellano, en el cual corresponde reemplazar la a, o esta preposición y el infinitivo que la sigue, por otra preposición más adecuada, por una oración de relativo o por otro giro. Así, los ejemplos dados pueden trocarse en se estudia el procedimiento que habrá de seguirse; su proyecto figura entre los asuntos que se tratarán hoy; éstas son cuentas al cobro, o pendientes de cobro; depósito de mercancías pendientes de despacho; cartas por contestar; lecciones que hay que estudiar. Enciclopedia Sapiens de la Lengua Castellana. Año 1956 -tomo III- pág. 1076, “Dificultades del Idioma”.

lunes, 30 de marzo de 2009

EL ESPACIO

Por Juan Disante

En narrativa, las relaciones entre espacio y personajes crean parte del contexto y de las circunstancias.
En general se dice que en los cuentos priman las circunstancias: mis circunstancias y yo. Mientras que, en la novela, el personaje es el rey omnipresente: primero yo, luego las circunstancias.
Por eso, el lugar geográfico y el ambiente en que se sitúan los personajes, crea el clima.
La historia también se determina por la forma en que se presenta.
Usualmente se considera que el espacio en que se sitúa el personaje es el marco.
Pero no siempre es el marco (secundario). A veces es fundamental, porque da el sentido definitivo.
Por ejemplo, un personaje puede situarse en un espacio en que se sienta seguro, o todo lo contrario:
“Rápidamente, Iba cayendo la noche. Durante horas deambuló nervioso a lo largo del bosque oscuro. Miraba hacia atrás a cada paso. Se sentía que era espiado y perseguido. Comenzó a correr. De repente vio una luz. Se apresuró hacia la casa que no conocía y abrió la puerta. Con un suspiro aliviado cerró tras de sí con un golpazo y corriendo un gran cerrojo. ¡Libre por fin!”. (¿El supuesto peligro había quedado afuera?)
Tanto el espacio interior como el exterior operan como condicionantes en este ejemplo.
Y viceversa, puede considerarse inseguro un espacio interior, pero con un significado diferente. (¿El peligro surgía adentro?)
En ambos ejemplos el espacio posee una función altamente simbólica.
Los objetos que componen un espacio tienen un rango especial.
En una historia a veces se presentan los objetos con sumo detalles. Mientras que en otras historias cabe presentar el espacio en forma vaga, o implícita.
Dependerá el papel que juegan los objetos para el pensamiento o la acción del personaje.
Si cierto acontecimiento se sitúa en el pueblito “aymará” de Tilcara, en Jujuy, significará algo distinto para el lector que conoce bien ese lugar, que para el que no lo conoce aún.
En un cuento de Roberto Arlt, la atmósfera opresiva de una pensión en el barrio de Barracas, nos da la idea que el personaje está soportando una situación de agobio y soledad que no desea.
Los que ya conozcan esa atmósfera serán capaces de visualizarla mucho más inmediatamente, pero el escritor deberá tenerla muy en cuenta al componer la totalidad de un cuadro con el cual quiera sustentar determinado mensaje o tesis.

viernes, 27 de marzo de 2009

"No se puede enseñar cómo escribir"

SANTIAGO DE CHILE, 26 (ANSA) - El escritor español Javier Marías sostuvo en Chile que "no se puede enseñar cómo escribir" y recomendó traducir textos literarios a otra lengua, lo que, en su opinión, es "mejor incluso que la lectura".
Tras recibir el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso, otorgado por la Universidad de Talca, el autor de "Los dominios del lobo" (1971) contó: "cuando un joven escritor me pregunta si tengo algún consejo que darle a la hora de abordar su incipiente carrera, si tiene la posibilidad de conocer una segunda lengua, le recomiendo traducir, traducir y traducir cuanto pueda".
El novelista, nacido en Madrid en 1951, insistió en que no cree "que se pueda enseñar cómo escribir". "Todo el mundo cree que puede escribir un libro o una novela, no sucede lo mismo con otras artes. Al momento de escribir, se dan cuenta de que la cosa no es tan fácil", dijo.
"Si alguna vez tuviera un taller literario, Dios lo prohíba, lo único que haría sería admitir a alumnos que pudiera traducir de una lengua a otra. Creo que éste es el mejor ejercicio posible para aprender a escribir, mucho mejor incluso que la lectura", indicó. Marías defendió la traducción y desechó que sea un acto mecánico, porque hay que "lograr que el texto siga transmitiendo su sentido original, aún cuando ha perdido su lenguaje primigenio".
Javier Marías es el octavo escritor galardonado con el Premio Iberoamericano José Donoso, consistente en 20.000 dólares. El autor de "Veneno y sombra y adiós" (2007) se definió como un escritor que trabaja sin una orientación a priori. "Trabajo sólo con una brújula, tengo una idea de hacia dónde quiero ir, pero no tengo un mapa, no sé si me encontraré un río o un precipicio", relató.

lunes, 23 de marzo de 2009

De “Drácula” a “Crepúsculo”, ¿nada nuevo bajo el sol?

Lecturas para adolescentes
El nuevo año nos trajo la película “Crepúsculo” basada en la novela homónima de Stephanie Meyer. El primero de una saga que totaliza cuatro entregas (le siguen a éste “Luna Nueva”, “Eclipse” y “Amanecer”) cuenta la historia de Isabella o Bella, 17 años, quien llega a un remoto pueblito en el estado de Washington, y conoce a Edward, galán de ojos dorados, piel de porcelana y voz que hipnotiza. La típica historia de amor, dirán ustedes… Bueno, si consideramos que el tal Edward pertenece a una familia de vampiros que vive en el lugar, lo de “típico” podría pasar a ser “especial”. No, señores. Bram Stocker ya lo escribió en 1897. ¿Qué hay de distinto? Si le sumamos el hecho de que estos vampiros del siglo XXI no quieren sangre humana, y en el caso de Edward hacen un culto tal del ser amado que serían capaces de morir antes de dañarlo, deberemos acordar que estamos ante un amor singular.
Los que están verdaderamente hipnotizados y no sólo por la mirada de Edward son los millones de adolescentes que se han fanatizado por la historia, y que han dejado no sólo las boleterías del cine sin entradas si no también las vidrieras de nuestras librerías sin ejemplares de la tetralogía. Esto no ocurrió ni siquiera con Harry Potter. Y estamos hablando de palabras mayores en cuanto a récord de ventas. ¿Cuál es la novedad? En los tiempos del “amor líquido”, de vínculos lábiles y volátiles, un romance indestructible. De los que no supo producir Rowling (o tal vez no quiso, vaya uno a saber). La Meyer, mormona ella, y fiel a sus principios, armó una poderosa historia de amor con el sexo a raya, novela blanca a pesar del rojo que atraviesa al negro de las tapas. La manzana prohibida está siempre presente, pero evitamos darle un tarascón en bien del que amamos. Para los que no leen, habrá que esperar al año próximo: la segunda parte todavía no empezó a filmarse. Para mis amigos lectores, ya está en prensa la reedición de “Crepúsculo” con los protagonistas de la peli en la tapa.

Silvina Rodríguez
www.tierradelibros.fibertel.com.ar

lunes, 16 de marzo de 2009

“Grageas Idiomáticas”

Francisco Vázquez, estudioso del idioma y vecino de San Fernando, aceptó gentilmente colaborar con “Prensa Libre literario”, enviando lo que él llama “grageas idiomáticas”, que bien pueden servir para que empecemos a tratar mejor a nuestro idioma. (Hoy del 1 al 10)

1) El uso del gerundio con valor de futuro, al estilo inglés, está haciendo estragos en la Argentina. Suplanta generalmente al futuro imperfecto del indicativo; en ocasiones, a otras expresiones castellanas. Ejemplos: «El mes que viene estoy viajando a Europa» (viajaré); «Se lo estamos mandando mañana» (Se lo mandaremos). A modo de despedida: «Nos estamos viendo». (Hasta la vista, hasta más ver, adiós, hasta luego).

2) Delivery es palabra totalmente innecesaria en castellano. Siempre se dijo reparto, entrega a domicilio, distribución, expedición, remisión de pedidos. Ello demuestra que su introducción no obedeció a una real necesidad, sino a simple novelería.

3) Subtítulo es lo que está debajo del título. Si pongo a una novela como título por ejemplo “Rebeca”, y abajo agrego: “Historia de una bella mujer”, esta última frase será, sí, un subtítulo. Pero no lo es la traducción escrita que se suele poner debajo de las imágenes cinematográficas y televisivas, en español, que se llaman leyendas, o traducciones, pero no subtítulos. Les hubiese bastado a los seudo traductores ir a un buen diccionario para evitar el anglicismo. Ej.: Subtitle: leyenda (en películas). Subtitular:… (cinem.): poner leyendas a (películas). Simon y Schuster’s. International Dictionary.

4) Las preposiciones y los artículos de los apellidos españoles que las llevan, no integran ese apellido. Sirven, tan sólo, para enlazar el nombre de pila con el de familia. Consecuencias: a) Las partículas se escriben con minúscula: Jacinto De la Vega; mal; la preposición de ha de ir con minúscula, ya que Vega es apellido español. b) Se omiten cuando va el apellido solo, ya que no hay términos que unir: «José de San Martín cruzó los Andes; San Martín cruzó los Andes. Miguel de Cervantes escribió el Quijote; Cervantes escribió el Quijote. Francisco de Quevedo fue escritor conceptista; Quevedo fue…» Casos erróneos: «De Narváez es presidente de la cooperativa»(Debió decir sólo Narváez); «Del Castillo asistió a la junta» (Castillo). O bien Pedro de Narváez, o Julián del Castillo. En italiano, en cambio, las partículas integran el apellido, se escriben por tanto con mayúscula y no se omiten si se omite el nombre de pila. La influencia italiana ha hecho estragos en la Argentina en el uso de apellidos con partículas.

5) Servicio de catering: En español, banquetes a domicilio, comida para fiestas, recepciones, acontecimientos. Refrigerios. Aquí también le hubiese bastado al traductor la consulta con un buen diccionario para evitar el barbarismo.

6) La palabra inglesa bowl (boul, bol) tiene en castellano equivalentes. Es imposible que un utensilio tan común no posea voz que lo designe en todos los idiomas del mundo, aun los más primitivos. En castellano, naturalmente, las hay: Cuenco, escudilla, tazón. ¿Por qué usar la de origen inglés, si existen las dichas, castellanas y, sin duda, más bonitas? El hecho de que la Academia se haya visto forzada a aceptar bowl con la forma de bol no le quita a ésta su condición de anglicismo, aceptado, pero anglicismo al fin. Rescatemos las palabras de rancia prosapia castellana.

7) Aviso para cocineros, mayormente los que guisan frente a las cámaras de la televisión: En castellano cocinar huevos, sin cáscara, en agua o caldo en lugar de aceite, exige el uso del verbo escalfar. Pochar, y huevos poché, son galicismos, fácilmente excusables empleando el verbo castellano correcto: Escalfar huevos, huevos escalfados.

8) En una época se intentó erradicar el galicismo marrón, por castaño; una vez más los gramáticos perdieron, desdichadamente, la batalla. Hoy ya luce en el diccionario castellano marrón con sus acepciones de: «1.-Dícese del color castaño, o de matices parecidos. 2.-Dícese de lo que tiene este color. No se aplica al cabello de las personas ni al pelo de los animales», para lo cual, supongo, el diccionario reserva la voz española genuina, castaño. ¿No podría intentarse un rescate de la voz castellana, volviendo a usarla? ¡Entra tanta basura foránea, desconocida, de ignota ortografía y enigmática pronunciación, con tanta facilidad!…

9) En la computación argentina se usa el anglicismo mouse, prácticamente sin excepción. En otras partes del imperio idiomático castellano, entre otras, España, por lo que he podido ver, se usa la traducción: ratón.¿Por qué no tratar de generalizar la voz española? Con un pequeño esfuercito…

10) La lengua castellana cada día pierde más terreno en lo que atañe a nombres de pila. Antiguamente decíamos, por ejemplo, Juan Sebastián Bach, Federico Chopin. Hoy ya los nombres castellanos (lo oímos en audiciones radiales de música clásica, y lo leemos en programas impresos de conciertos) han sido reemplazados por sus originales foráneos. Lo peor es el alud de nombres extranjeros con que desde hace unos años a esta parte se bautiza a los niños argentinos: Solange, Brian, Daiana (¡), etc., etc. Antiguamente había una ley nacional que establecía que los nombres utilizables eran, esencialmente, los del santoral católico, versión española, y, excepcionalmente, algunos de origen autóctono, o aceptables por motivos históricos (Atahualpa, Wáshington). ¿Qué pasó con la ley? ¿Fue derogada? ¿Está vigente pero no se aplica? ¿A tanto llega la falta de identidad en la cultura nacional que ya no importa a nadie lo que pueda acaecer a ese atributo de la personalidad que nos acompaña de la cuna a la tumba? No sólo las porciones físicas de territorio deben ser defendidas con uñas y dientes; las culturales, también.

jueves, 12 de marzo de 2009

Sándor Márai, un hombre del siglo XX

El húngaro Sándor Márai, nacido en 1900 en el imperio de Francisco José I, muerto en el exilio en Estados Unidos en 1989 a pocos meses de la caída del muro de Berlín, permaneció en el olvido durante más de 50 años. Otra vez es Salamandra la que comienza a editar sus novelas en español. Las primeras que aparecen son “El último encuentro” y “La mujer justa”. En paralelo aparecen “Confesiones de un burgués” y “Tierra, tierra”, memorias de dos momentos de su larga vida. De pronto, el boca a boca cunde y todos quieren leer a Márai, saber de otras obras, conocer algo más de su vida. Corre por lo menos el 2005 en Argentina y nos preguntamos: ¿De dónde salió semejante escritor, y por qué tantos años desaparecido?
Las razones son variadas, políticas e históricas fundamentalmente. Márai escribía sobre la burguesía húngara de su época, en los años 30 y 40. Gozaba de prestigio como escritor y como periodista, tomó posición contra el nazismo y con la llegada del comunismo en 1948, los vientos empezaron a soplarle en contra. Finalmente pasa el resto de su vida en el país del Norte. Muerta su mujer y su hijo, se prepara (de hecho toma clases de tiro) para su decisión final de eliminarse. Si el Muro hubiera caído antes, ¿algo habría cambiado para Márai? ¡Cómo saberlo! ¿Importa mucho, en todo caso?
Hoy tenemos a mano además de las dos primeras nombradas (difícil determinar cuál sería la mejor, hay grupos de fanáticos de ambas), “Divorcio en Buda”, más bien una nouvelle o un cuento largo, “La amante de Bolzano” (Giacomo Casanova es uno de sus personajes), “La Hermana”, “La Herencia de Eszter” y la última que recibimos aquí, “La extraña”, curiosamente su primera novela. A veces su estilo recuerda a “La montaña mágica” de Mann. Hay algo de existencialismo en estas obras, de seres alienados, de angustia que no se resuelve fácilmente. El mal del siglo. Seguramente con los años devendrá en clásico.

Silvina Rodríguez
Tierra de Libros

La Divina Comedia en El Aleph de Borges

«Huellas de la Divina Comedia en el cuento El Aleph de Jorge Luis Borges», fue el tema del último encuentro del año pasado que brindó la «Asociación Amici della Cultura Italiana», y estuvo a cargo de Alejandra Iamevo de Filippini.
Los concurrentes acompañaron a la disertante quien explicó el cuento de una manera precisa, con mucho sentimiento y con mucha emoción, con semejanzas, comparaciones, datos complementarios, que hacían a una mayor comprensión.
Muy interesante fue encontrar en el desarrollo del relato distintas huellas con la Divina Comedia, como por ejemplo el sentimiento por la mujer amada «Beatriz». Borges se refería a la Divina Comedia como una obra que «durará más allá de nuestra vida mucho más allá de nuestra vigilia y será enriquecida por cada generación de lectores, es un obra que encierra infinitos sentidos y que puede ser comparada con el plumaje tornasolado del pavo real.»
Creo que Borges en realidad está dedicando este cuento a Dante, a la Divina Comedia, a ese libro que lo cautivó, concluyó la conferencista.
Finalizada la charla, los concurrentes recibieron el cuento impreso para su posterior lectura, y compartieron, como es habitual, café y dulces antes de retirarse.

Gracias a la colaboración del Círculo Médico de Vicente López, lugar donde se desarrollan los encuentros, hoy viernes 13 tendrá lugar el primer encuentro del año 2009, «La cultura como creación humana», las profesoras Andrea Testa y María Morichetti analizarán la cultura en sus múltiples aspectos, a las 19, en Sarmiento 1755, Florida. Informes: 4711-6080. info@amici.org.ar www.amici.org.ar

lunes, 9 de marzo de 2009

Francisco Vázquez, en el difícil paraíso

El artista sanfernandino Francisco Vázquez acaba de terminar una trilogía sobre el delta titulada, El difícil paraíso; fundó la sociedad Vázquez y Vázquez Compañía Ilimitada, para dar charlas sobre diferentes tópicos culturales, y promueve la obra del recordado Radames Smyrniadis, que fuera su amigo y colega en la composición musical

Prosista, compositor musical, gramático, gran conversador, difusor de nuestra lengua; no basta una palabra para abarcar los diferentes oficios culturales de Francisco Vázquez.
En la línea social de Ernesto Castro (Los isleros) y Carlos Urquía (La Cimbra) este artista sanfernandino concluyó recientemente la obra, Un dificil paraiso, una trilogía cuya acción se desarrolla entre los años 1880 y 1950.
Con mucho de ficción y mucho de experiencia personal del autor también, el primer volumen de la esta novela con base histórica comprende el periodo de 1880 hasta 1884 y a los precursores del Delta.
Los otros dos volúmenes corresponden al periodo de 1919-1924 y 1940 a 1950, respectivamente, y como en el primero, la acción principal se desarrolla en el Canal San Fernando, Tigre y el Delta.
Durante 2008 Vázquez también se presentó en distintas entidades vecinales para dar charlas acerca del lenguaje, con el objetivo de asesorar al público en general sobre temas de índole lingüística.
Para esto creo la sociedad, Vázquez y Vázquez Compañía Ilimitada, que además de organizar estas charlas informativas sobre la lengua, también envía a los medios de comunicación zonales pequeños sueltos que aclaran dudas del lenguaje, para ser publicados.
Como dijimos, los modos de expresión artística de Vázquez no se acaban en la literatura. Dos bellos CD´s con temas para piano, uno, y el otro una opera, Día de Fiesta, grabada en vivo en el teatro Santamaría, de la ciudad de Buenos Aires, se suman a su extensa obra.

El País de los Juguetes y Postales Griegas se titula el CD con nueve temas infantiles y siete obras sobre un viaje imaginario por Grecia, para piano. Día de fiesta es el título de la opera de cámara, con textos y música de su creación.
Asimismo, este año Vázquez promoverá la ejecución de obras de su amigo el compositor sanfernandino, Radamés Smyrniadis fallecido en mayo de 2004. El tango, El Regreso, con letra de Vázquez, obtuvo el premio divulgación musical 1994 del Teatro San Martín.

Las mejores 100 novelas en español

El amor en los tiempos del cólera, el romance de Fermina Daza y Florentino Ariza creado por Gabriel García Márquez, y La fiesta del chivo, de Mario Vargas Llosa, encabezan una lista de las 100 mejores novelas de la lengua castellana de los últimos 25 años difundida por la revista colombiana Semana.
Un total de 81 expertos hispanoamericanos, entre académicos, críticos y escritores, fueron consultados para conformar la lista. La publicación señaló que ésta no pretende ser la selección definitiva, sino apenas un homenaje que se les rinde a todos los escritores de lengua española. No es casual que España, con 32 títulos, sea el país que más novelas incluyó en la selección. Allí está la meca de la industria editorial en castellano y es sin duda el país de habla hispana donde más nuevos títulos se publican y venden por año. Siguen en orden dos novelas del desaparecido escritor chileno Roberto Bolaño: Los detectives salvajes y 2666.
Luego se ubican Noticias del imperio, del mexicano Fernando del Paso, y Corazón tan blanco, del español Javier Marías. En séptimo lugar se ubicó Bartleby y compañía, del español Enrique Vila-Matas, seguida de Santa Evita, del argentino Tomás Eloy Martínez. Marías tiene otra obra entre los diez primeros, Mañana en la batalla piensa en mí, mientras que el colombiano Fernando Vallejo, con El desbarrancadero, logró el décimo puesto. Vallejo también ocupa el puesto 11 con La virgen de los sicarios, tras la cual se encuentra El entenado, del argentino Juan José Saer. Soldados de Salamina, del español Javier Cercas, y Estrella brillante, de Bolaño, siguen en la lista, que incluye además obras de Juan Goytisolo, Antonio Muñoz Molina y el uruguayo Juan Carlos Onetti.
A continuación se ubica "Paisaje después de la batalla", de Juan Goytisolo, y "La ciudad de los prodigios", del también español Eduardo Mendoza. "El jinete polaco", del español Antonio Muñoz Molina; "El testigo", del mexicano Juan Villoro; "Salón de belleza", del también mexicano Mario Bellatin, y "Cuando ya no importe", del fallecido autor uruguayo, Juan Carlos Onetti, cierran la lista de las primeras veinte novelas.

LAS 10 MEJORES NOVELAS
1. El amor en los tiempos del cólera, Gabriel García Márquez.2. La fiesta del Chivo, Mario Vargas Llosa.3. Los detectives salvajes, Roberto Bolaño.4. 2666, Bolaño.5. Noticias del imperio, Fernando del Paso.6. Corazón tan blanco, Javier Marías.7. Bartleby y compañía, Enrique Vila-Matas.8. Santa Evita, Tomás Eloy Martínez.9. Mañana en la batalla piensa en mí, Javier Marías.10. El desbarrancadero, Fernando Vallejo.
Ver las 100 novelas en:

martes, 3 de marzo de 2009

LA CAZA

Por Juan Disante

No sólo en África. En todo el mundo los cazadores salen muy temprano por la mañana a cobrar su presa. Antes del amanecer se levantan activos para pasar revista al armamento y ordenar el plan del día. Mientras unos ajustan las miras de sus fusiles, otros despliegan un gran plano sobre el cual señalan los lugares avanzados de donde podrán sacar el mejor provecho. Otros leen el diario y determinan con exactitud las condiciones reinantes: la entrada y salida de corrientes migratorias de cada especie, los momentos precisos en los que es necesario emplear la munición, las posibilidades de actuar o no furtivamente según convenga. Hasta los valores de cotización vigente de cada pieza son meticulosamente analizados. Todas las fases del preparativo general son armonizadas. Después de un buen baño y un copioso desayuno, acomodan en una gran mesa todos los bolsos y vituallas que usarán, mientras ajustan sus correajes y lustran sus botas. Aun pueden crujir sombras, pero con los primeros reflejos del sol, los cazadores salen animosos, ordenados, cantando a coro una vieja canción de la Legión Extranjera que ya nadie recuerda.
No sólo en África, en todo el mundo, no faltan otras criaturas que comienzan y terminan el día huyendo de los cazadores. Muchos se repliegan a un escondite, otros corren y corren. Y no sólo para salvar sus vidas. También son atraídos por algo: el impalpable sonido de lo sensible, la cadencia lírica de la vida. Entre los perseguidos, uno de ellos busca otras estrategias para escapar del acoso del verdugo. Durante un sueño tuvo la revelación de que la muerte lo vendría a buscar para llevárselo consigo. Entonces comenzó a pensar cómo debería hacer para confundir a la Parca de armas llevar. Llegó a la conclusión que lo ideal era cambiar de piel. Por ejemplo, un conejo puede convertirse en hiena o en zorrino transmudando su vida. En su caso, sacarse las aspas de ciervo y ponerse las orejas de asno era lo que debería hacer. Esto desorientaría a la muerte. Aunque claro, no sería suficiente, debería cambiar de domicilio todos los días para que no lo encuentre. Y además, sería conveniente adoptar otra personalidad y hasta sustituir su forma de pensar. ¡Ahí está! Así que, en primer lugar, decidió quemar la biblioteca e irse a vivir a hoteles diferentes. Preparó un pequeño maletín, abandonó su casa, presuroso, y comenzó a caminar por las angostas calles hacia un destino diferente. La extraña bruma de la ciudad traía un crujido desarmónico de sombras. Y al llegar a una esquina notó que los pertrechados cazadores estaban agazapados, avanzando hacia él en un perfecto movimiento de pinza. Detuvo su marcha y fue rodeado como una tromba. Mientras lo apuntaban, lo examinaron de arriba abajo por largo rato, hasta que finalmente uno de ellos dijo: “Este no es útil, es el financista de un gran banco, déjenlo irse”. Cuando volvió a emprender su camino, pensó que la triquiñuela había servido, sin percatarse que caían de su bolsillo papeles con poesías que no se había atrevido a quemar. Un cazador tomó una y comenzó a leer:
Despiértame cuando veas que ya no venzo
despiértame ante cada duda que tuerza mi vida
despiértame cuando busques mi beso activo
despiértame cuando mis entrañas se confundan.
Se sintieron burlados. En el eco del denso bosque de cemento se escucharon infinidad de disparos y la muerte de un majestuoso ciervo regaba con su noble sangre la equívoca calzada ya recorrida.