En narrativa, las relaciones entre espacio y personajes crean parte del contexto y de las circunstancias.
En general se dice que en los cuentos priman las circunstancias: mis circunstancias y yo. Mientras que, en la novela, el personaje es el rey omnipresente: primero yo, luego las circunstancias.
Por eso, el lugar geográfico y el ambiente en que se sitúan los personajes, crea el clima.
La historia también se determina por la forma en que se presenta.
Usualmente se considera que el espacio en que se sitúa el personaje es el marco.
Pero no siempre es el marco (secundario). A veces es fundamental, porque da el sentido definitivo.
Por ejemplo, un personaje puede situarse en un espacio en que se sienta seguro, o todo lo contrario:
“Rápidamente, Iba cayendo la noche. Durante horas deambuló nervioso a lo largo del bosque oscuro. Miraba hacia atrás a cada paso. Se sentía que era espiado y perseguido. Comenzó a correr. De repente vio una luz. Se apresuró hacia la casa que no conocía y abrió la puerta. Con un suspiro aliviado cerró tras de sí con un golpazo y corriendo un gran cerrojo. ¡Libre por fin!”. (¿El supuesto peligro había quedado afuera?)
Tanto el espacio interior como el exterior operan como condicionantes en este ejemplo.
Y viceversa, puede considerarse inseguro un espacio interior, pero con un significado diferente. (¿El peligro surgía adentro?)
En ambos ejemplos el espacio posee una función altamente simbólica.
Los objetos que componen un espacio tienen un rango especial.
En una historia a veces se presentan los objetos con sumo detalles. Mientras que en otras historias cabe presentar el espacio en forma vaga, o implícita.
Dependerá el papel que juegan los objetos para el pensamiento o la acción del personaje.
Si cierto acontecimiento se sitúa en el pueblito “aymará” de Tilcara, en Jujuy, significará algo distinto para el lector que conoce bien ese lugar, que para el que no lo conoce aún.
En un cuento de Roberto Arlt, la atmósfera opresiva de una pensión en el barrio de Barracas, nos da la idea que el personaje está soportando una situación de agobio y soledad que no desea.
Los que ya conozcan esa atmósfera serán capaces de visualizarla mucho más inmediatamente, pero el escritor deberá tenerla muy en cuenta al componer la totalidad de un cuadro con el cual quiera sustentar determinado mensaje o tesis.
1 comentario:
He aprendido de tu analisis. A mi me gusta jugar con el tiemmpo y el espacio y buscar distintas formas de una utópica intemporalidad. Abrazo.
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