viernes, 28 de mayo de 2010

El cuento: origen y desarrollo (27) por Roberto Brey

27

Primeros cuentistas norteamericanos

Washington Irving (1783-1859) Nació en Nueva York, donde se recibió de abogado. Dedicado a los negocios vivió tanto en Inglaterra como en los Estados Unidos. Desde joven se sintió atraído por la literatura y se inició relatando historias recogidas en un viaje realizado por el río Hudson.

En 1809 escribe una parodia de gran éxito “Historia de Nueva York desde el Origen del Mundo hasta el Final de la Dinastía Holandesa”, al que presenta como un supuesto estudio realizado por un personaje inventado por él: el holandés Diedrich Knickerbocker. Considerado el primer relato humorístico en los Estados Unidos, reflejaba tan bien la mentalidad de los holandeses en tierras americanas, que durante mucho tiempo el nombre de ese personaje sirvió para designarlos.

A su vuelta de un viaje por Inglaterra donde conoció al escritor Walter Scott, y animado por él, escribió “El libro de los bocetos de Geoffrey Crayon, Gent”, una serie de ensayos y cuentos publicado en 1819-20 en varios volúmenes, y en formato de libro en Inglaterra en 1820. De estos relatos se destacan "The Legend of Sleepy Hollow" y "Rip Van Wilke", este último considerado un símbolo del espíritu americano, de los sueños que generó la inmigración europea y también del desengaño de los pioneros y de los deseos de volver a un mundo que ya no existe.
Uno de los principales reparos a su escritura es la fuerte influencia europea, en particular la adaptación de las leyendas alemanas.

Rip Van Winkle puede leerse en: http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/otrosautoresdelaliteraturauniversal/washingtonirving/RipVanWinkle.asp
Los buscadores de tesoros (de “El libro de los bocetos) en:
http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/otrosautoresdelaliteraturauniversal/washingtonirving/losbuscadoresdetesoros.asp

Nathaniel Hawthorne (1804-1864)
Nacido en Salem, Massachussets, el centro mismo del puritanismo, con una familia cuyos antepasados habían formado parte del jurado de aquella caza de brujas que hizo famosa a la ciudad, Hawthorne no manifiesta intenciones de trascendencia, y es un ser retraído hasta que asiste a la universidad de Maine, abandonando la tradición de padre y abuelo, de convertirse en capitanes de navío. En 1841 se acerca quienes realizan su experiencia de vida con la naturaleza, pero rechaza el trascendentalismo (movimiento filosófico inspirado en Kant, y que en EE.UU. se identifica con Emerson), por imposible. En 1928 publica una novela sin mayor repercusión, pero luego escribe los cuentos que integrarían el volumen “Cuentos vueltos a contar”, que tanta impresión causarían en Edgar Allan Poe (donde se encuentran “Wakefield”, comentado en el capítulo 4).

Después de un paréntesis se casa y retoma la actividad literaria, cuando produce su segunda y más famosa novela: “La letra escarlata” (1850) y es también cuando inicia su amistad con Melvilla, quien le dedicó su “Moby Dick”.

La ética de Hawthorne, influenciada por el puritanismo, su aversión por el mal y el pecado, lo llevaron a encarar con fuerza esa temática en algunos de sus cuentos, como “El velo negro del ministro” (donde el pecado imperdonable lleva a conflictos insalvables). También deplora el ansia desmedida del conocimiento para lograr poder sobre el mundo. “Todo los que aísla condena; todo lo que asocia, salva”, decía. Temática que aborda en otros cuentos como “Ethan Brand” y “El joven Goodman Brown”.

De todas formas, no es posible saber, tanto como ocurre con Poe, si lo trágico, lo dramático, lo fantástico, eran parte de su ser o bien sólo la voz del narrador, de alguien que se había aislado de la vida y decía que había vivido soñando que vivía.

Jorge Luis Borges observa, en el prólogo de uno de sus libros, que sus cuentos expresan «el tenue mundo crepuscular, o lunar, de las imaginaciones fantásticas».

Y el mismo Hawthorne hablaría sobre esa función de la media luz del “tenue mundo crepuscular” que brilla sobre los hechos oscureciéndolos a medias, pero para lograr penetrar más profundamente en ellos, que también permitirá al lector tomar distancia, flotar en la bruma del tiempo que fue.

“Wakerfield” se puede leer en: http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/hawthor/wakefiel.htm
Ethan Brand en: http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/hawthor/ethan.htm
El joven Goodman Brown en: http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/hawthor/joven.htm
El entierro de Roger Malvin de Nathaniel Hawthorne en:
http://cultural.argenpress.info/2009/10/el-entierro-de-roger-malvin.html
Ir al capítulo 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11/12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26


miércoles, 26 de mayo de 2010

Destellos

En lo más profundo del recuerdo ¿está primero la música o la palabra?
¿Por qué causa, cuando leemos la letra de este tango escrito en 1923 por Juan Andrés Caruso, escuchamos una melodía que atraviesa como un fantasma toda nuestra mente?

¿De qué materia está hecha la nostalgia que llevamos adentro desde muy pequeños?

¿Y qué son los destellos? ¿acaso reflejos hudizos de felicidad en las ondulaciones del champán?

¿Podremos alguna vez agarrar por la cola la magiafantasmaritmopoesía?


(traten de darme alguna respuesta)
Juan Disante


Para ahogar hondas penas que tengo,
que me matan y que no se van,
yo levanto temblando en mis manos
esta copa de rubio champán.
Los invito conmigo a beber
que bebiendo se habrán de olvidar
los destellos de amores perdidos
que suelen los ojos de llanto nublar.

Yo he sabido otras veces beber
en la fuente de sus labios rojos
y el mirar de sus lánguidos ojos
muchas veces de amor me embriagó.
Pero, amigo, ella me olvidó
y en el fino cristal de esta copa
me parece que veo la boca
que mil veces mi boca besó.

En mi alma quedaron destellos
de ese amor que no se irá jamás
pues, por más que lo intento, no puedo
esa luz que me quema apagar.
Si esta noche borracho me ven
a mi mismo me quiero engañar
y es por eso, amigos, invito
bebamos, me quiero aturdir con champán.

viernes, 21 de mayo de 2010

El cuento: origen y dearrollo (26) por Roberto Brey

26

Norteamericanos

Los inicios

Ralph Waldo Emerson (1803-1882) Pastor protestante, hijo y nieto de pastores, sus obras mayores fueron los ensayos (es considerado uno de los pioneros del género en su país) también tradujo y escribió poesía. Figura capital de los “trascendentalistas” (su órgano, "The Dial", era editado por la escritora y feminista Sarah Margaret Fuller), tuvo gran influencia en la cultura norteamericana y terminó rompiendo con la iglesia (“el hombre debe ser su propia iglesia”).
Sobre Emerson ejercieron gran influencia Platón, Carlyle y el poeta romántico inglés Wordsworth. El «eterno problema» de la filosofía, según Emerson, estriba en la relación entre el espíritu y la materia. Lo resuelve como idealista objetivo: “La naturaleza es el símbolo del espíritu”. El supremo principio sintético del ser es la supra-alma, decía, y consideraba que la contemplación, luego la intuición y el éxtasis son los mejores procedimientos para penetrar en la esencia de las cosas. En el mundo existe por doquier la belleza, cuyos rasgos fundamentales son la armonía, la perfección y la espiritualidad. (“La creación de belleza es arte”). Pensaba que en la tierra “impera una lucha eterna y un antagonismo de intereses entre ricos y pobres”, y sus simpatías se hallaban al lado de los pobres.
Criticaba duramente el régimen burgués y se manifestaba contra la esclavitud en los Estados Unidos, contra las guerras de conquista. “En un planeta poblado por conservadores –dijo- aún puede nacer un reformador.” Individualista exacerbado, defensor del régimen político imperante en su país, su pensamiento contribuyó al desarrollo de la literatura y del propio sistema social. Al final de su vida, se inclinó hacia el misticismo. Obras principales: «Naturaleza» (1835), «Ensayos» (1841, 1844), «Hombres representativos» (1850).

Henry David Thoreau (1817-1894), fue un filósofo anarquista que influyó sobre Emerson. En 1846, Thoreau se negó a pagar impuestos debido a su oposición a la guerra contra México y a la esclavitud en Estados Unidos, por lo que fue condenado a prisión durante unos días. De este hecho nació su tratado La desobediencia civil, pionero al proponer algunas ideas como el pacifismo y la no violencia. Considerado por algunos como el primer ecologista, su ensayo fue influyente en Tolstoi (que se verá más adelante) y en Mahatma Gandhi.

Su obra y su ejemplo tuvieron fuerte influencia en los movimientos en defensa de los derechos civiles (el propio Martin Luther King expresó abiertamente su admiración), el pacifismo y el ambientalismo. En 1960, una efigie de Thoreau entró en el Panteón de los Héroes Norteamericanos de la Universidad de Nueva York.
Apuntes, ensayos y descripciones fueron publicados luego de su muerte. “Walden” (1854) es un relato de su pasaje por dos años en soledad junto a la naturaleza y también son famosos sus ensayos condenando la esclavitud.

James Fenimore Cooper (1789-1851) es otro de los escritores fundantes
de la literatura norteamericana, íntegramente dedicado a la novela. Hijo de pioneros devenidos en terratenientes, pasó parte de su infancia en la finca de sus padres en el estado de Nueva York, pero en el límite con el desierto. Expulsado de la Universidad de Yale, se alistó en la marina, viajó a Europa, pero volvió para administrar las propiedades familiares. Sus primeras novelas (“Los pioneros”, “El piloto”, “El último de los mohicanos”, “La pradera” y “El corsario rojo”) fueron muy populares y tenían como personajes principales a hombres de la frontera. En ellos mezcla el romanticismo europeo con la exageración de las virtudes de los pioneros y la creación de una verdadera epopeya del desarrollo de su país.
Posteriormente sus escritos se inclinaron hacia el terreno más realista, con la trilogía crítica sobre las instituciones del Viejo Mundo y sus novelas “Stanstoe”, “El encadenado” y “Los pieles rojas”, donde defiende el sistema social de la época.

Su aporte fundamental fue el de la exaltación de la cultura nacional en oposición a la cultura inglesa.
Ir al capítulo 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11/12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25

miércoles, 19 de mayo de 2010

San Fernando en la Feria del Libro

Los escritores sanfernandinos Alejandra Murcho, Lilian Doyle, Alicia Garrido, Mónica Furman, Angela Damnotti, Maria Santa Ana, Laura Caldadaro y Carlos Puebla, entre otros, compartieron la presentación con sus pares de los otros tres distritos. En representación de la Municipalidad de San Fernando, estuvieron el Secretario del Área Intendente, Cultura y Ceremonial, Francisco Álvarez, y la Directora de Cultura y responsable zonal del Área ante el Instituto de la Provincia, Beatriz Posebón.

En su discurso, Álvarez resaltó el sentido y origen de la Región Metropolitana Norte, que conforman San Fernando, Tigre, San Isidro y Vicente López desde hace ya 10 años. El Secretario desarrolló cómo los cuatro Municipios trabajan para el fortalecimiento de la Región, en forma coordinada y articulando acciones en relación con temas comunes; entre ellos, la Cultura.

La obra elegida por la Intendencia para presentar en el evento formal, fue la recientemente publicada “Te cuento San Fernando”, de Mario Segura Salas. Segura Salas es Historiador y Editor de la Revista Círculo de la Historia, que desde el 2005 rescata y difunde los orígenes y el desarrollo de los partidos del Gran Buenos Aires. En trabajo conjunto con el Municipio, ha escrito publicaciones acerca de todas las localidades de la Ciudad y el recientemente reeditado “Breve Historia de San Fernando”, con el objetivo de fortalecer la identidad y la cultura local. El libro fue comentado por el Secretario de Planificación y Economía, Diego Rossi, y la Profesora Mónica Cucci.

San Fernando también se suma a la Feria por medio del Grupo Desde Abajo Cine, conformado por jóvenes del Barrio San José. Con el apoyo el Centro de Orientación Social de la Municipalidad y la Sociedad de Fomento Canal de San Fernando, los chicos realizaron el documental “Hay Futuro”. Esta es una pieza donde los chicos muestran y cuentan en primera persona, cómo es su barrio y cuáles son sus intereses.

viernes, 14 de mayo de 2010

El cuento: origen y desarrollo (2a. parte, 25) por Roberto Brey

2da PARTE

En la primera parte de estas reseña se trató de esbozar lo que puede haber sido el origen del cuento como género y a quienes, a partir de principios del siglo XIX, le dieron ese carácter autónomo, que lo elevó a un grado de popularidad e importancia como para ubicarlo en el definitivo podio de género literario.

Poe, los franceses, los rusos, lo convirtieron en un modelo literario que fue seguido y desarrollado en el tiempo. A partir de ellos nunca más fue un género menor, y contó con momentos excepcionales, donde su altura artística le permitió tener cultores casi exclusivos, como el mismo Poe o nuestro Jorge Luis Borges.

En esta parte, el recorrido será más amplio, aunque naturalmente exiguo y limitado a los gustos y conocimientos de quien reseña, pero intentará acercar, por lo menos, las mejores obras y los autores más importantes de mediados del siglo XIX.

25

Los norteamericanos


El aporte de Edgar Allan Poe significó mucho para el cuento, fundamentalmente por haber sabido fijar determinadas normas (que no siempre él mismo cumpliría), que dieron el basamento que permitiría empezar a estudiar y analizar el género. Los nuevos autores, en su mayoría respetaron los grandes lineamientos brindados por Poe, o por lo menos lo tomaron como base para desarrollar diversas variantes.
(De aquellos lineamientos ya se habló en las primeras notas de esta reseña, y sobre los diferentes aportes y opiniones se tratará de dar algunos datos mínimos pero imprescindibles.)

Poe no fue el único cultor del cuento en su país; como él mismo explicó en su momento, su escritura estuvo referida a otros autores, como Irving o Hawthorne. A partir de allí el cuento en EE.UU. tuvo muchos cultores, de alta calidad y de gran variedad, que aportaron muchísimo a la literatura universal, a los cuales iremos haciendo referencia en los próximos capítulos.

Pero es imposible comentar la literatura de Norteamérica en el siglo XIX sin tener en cuenta los profundos cambios que se iban produciendo en el país, en particular su crecimiento territorial y su desarrollo económico, que poco después le haría ocupar un lugar de privilegio en el panorama de naciones dominantes en el mundo.

Un país en crecimiento
En el siglo XIX los Estados Unidos le compran Florida a España, Lousiana a Francia y Alaska a Rusia, les quitan las tierras a los indios (luego de exterminarlos) y se quedan con la mitad del territorio mexicano (un millón y medio de kilómetros cuadrados), que se anexan por medio de las armas. También toman Hawai y, guerra mediante, ocupan Cuba, Puerto Rico y Filipinas, además de incidir en toda América con su fuerza económica y militar. Hacia fines de siglo el desarrollo petrolero estaría encarnado en la Standard Oil (el trust de Rockefeller), el poderío bancario de la mano de Morgan y se produce un desarrollo capitalista acelerado que se afianza a partir de 1860, con el enfrentamiento con los terratenientes del sur, que trae como consecuencia la Guerra de Secesión, la derrota del feudalismo y del esclavismo y el avance incontenible del capitalismo, a través de la industrialización y la fragmentación del sistema agrícola de los estados del sur.

Por entonces ya se había puesto en práctica la Doctrina Monroe (1823) con la famosa frase “América para los americanos”, que pretendía evitar ingerencias extra continentales, pero que de alguna manera marcaba a fuego la política norteamericana de intervención permanente en los asuntos latinoamericanos, sin ingerencia de otras potencias
Como señala la escritora Nora Dottori en “La búsqueda de una expresión natural…”:

“Las condiciones geográficas, los factores históricos, la posibilidad de una rápida expansión a través de territorios casi inexplorados determinaron que los autores norteamericanos fueran adquiriendo una visión propia de la realidad y que la expresaran mediante fórmulas y recursos originales.”

Dottori señala que a esta corriente “nacionalista” se le opone otra europeizante, cosmopolita (similares corrientes se daban, recuerden, en la Rusia de Pushkin), y ambas alcanzan su plenitud hacia fin de siglo.
Dottori define los comienzos de la literatura norteamericana influenciada por las concepciones románticas de Europa: “los cuentos de Washington Irving hacen suponer el impacto del ‘märchen’ alemán (con el término märchen se define un género literario propio del romanticismo alemán, que deriva de las leyendas populares, de las fábulas, pero como relato alegórico, simbólico -recuérdese a los hermanos Grimm-, puede ser entendido según el ángulo de percepción desde el cual es considerado); la obra de Poe trasunta una incesante nostalgia de la cultura del viejo mundo; las narraciones de Fenimore Cooper, aunque inspiradas en episodios de la vida local, dejan entrever el antecedente de Walter Scott.” Señala los llamados a la independencia cultural de Emerson y Thoreau, y marca las diferencias existentes, a mediados del siglo XIX, entre dos escritores: “mientras en Hawthorne se destaca el ascendiente europeo, en Melville hay una búsqueda de recursos épicos que tal vez respondía a la vastedad del territorio americano y a las concepciones expansionistas imperantes.”

Pero para la escritora, es a fin de siglo cuando se da el punto culminante entre estas concepciones “a través de dos figuras decisivas por su prominencia y significación: Mark Twain y Henry James. El primero representa la incorporación del sur donde había nacido y la frontera occidental (…) El segundo encarna, en cambio, la tradición gentil de Nueva Inglaterra, ejemplificada por el europeísmo bostoniano y por la cultura cosmopolita de la Universidad de Harvard.”

Aunque no se conocieron entre sí, ambos fueron la cumbre de la prosa norteamericana. Uno, James, terminó adoptando la ciudadanía británica poco antes de morir, y el otro, Twain, fue considerado por Hemingway como el origen de la moderna literatura norteamericana.

Ir al capítulo 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11/12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24

jueves, 13 de mayo de 2010

IV Festival: Palabra en el Mundo

Biblioteca Popular "Salvador Bel", Iflac - Foro Internacional de Literatura y Cultura de la Paz en Argentina, y la escritora Mary Acosta...

Invitan, a participar junto a miembros de su comunidad y en eco del Bicentenario,
a la jornada cultural IV Festival: Palabra en el Mundo.

Se llevará a cabo el 21de mayo de 15 a 18.30 en Club VELEZ SARSFIELD. Sito en Nicaragua 5249 de la localidad de Munro, Pcia. de Bs. As.

Participación especial: Víctor H. Valledor (Escritor - Conferencista, Coordinador de talleres literarios)
Colaboraciones: María del C. Poyo Martínez -León Romero (Recitado poético) Círculo de Poetas de la ciudad de Boulogne Sur Mer (Recital poético)
Talleres artísticos de la Biblioteca "Salvador Bel" (Exposición)
Flavia De la Cuadra González (Artista plástica)
Actuaciones estelares: Víctor Valledor ( Concierto Flauta Traversa) Liliana Torres (Poeta - Cantante lírica /Soprano)

Coordinación Gral.: Mary Acosta

Auspician Revista Isla NegraProyecto Cultural Sur Festival Internacional de Poesía de La Habana

miércoles, 12 de mayo de 2010

Suspendamos



por
Juan Disante




Suspendamos

la razón

y el brío,

el motivo de las cosas

y aquél viejo edén del gesto.

Suspendamos el por qué,

la culpa

y el tino,

la causa última de cuanto oficio,

el paladar,

el sedimento desbordado de tanta anegación,

el afán,

el desconcierto de la sed,

la onomatopeya del ruido.

viernes, 7 de mayo de 2010

El cuento: origen y desarrollo (24) por Roberto Brey

24

Imágenes y personajes


Son muchos los escritores que explican la necesidad de expresarse con imágenes para lograr el mayor efecto en el lector.

No es lo mismo dar la imagen del peligro que mostrar el peligro concreto, por algo el hombre le teme más a la oscuridad, a lo que no se puede ver, a ese peligro latente más que al real, al concreto, que permite conocer lo que se aproxima. Algo que Poe, por ejemplo, supo concretar en su cuento “El pozo y el péndulo”.
Por supuesto que el artista sabe perfectamente que una idea no puede expresarse de forma vulgar, aunque sea correctamente, porque aunque fuera entendida, no produciría ningún efecto especial, tal como sí lo debe producir la obra de arte. ¿Por qué equivale a un verdadero descubrimiento expresar por medio de imágenes una idea que sea del dominio de todos, de la que se habla todos los días? ¿No será porque al repetirse una idea pierde su sentido y sólo se reconoce de nuevo cuando aparece en la imagen? Y la idea se forma en imagen en la mente del escritor, y éste la transmite en palabras que provoquen una nueva imagen en la mente del lector.

Turguénev expresa su idea al respecto en una carta dirigida a un escritor novel, que se quejaba por encontrar a menudo sus propios pensamientos ya expresados en libros de otros autores. Dice Turguénev: “…Usted parece lamentarse de haberse encontrado en más de una ocasión con pensamientos que le parecían pensamientos propios, suyos; un verdadero poeta que piense en imágenes nunca habría experimentado nada semejante.”

Otro tema que preocupa a los lectores es cuánto de autobiográfico existe en los personajes que crea el escritor. Y por supuesto que éste siempre responde que muchos de sus personajes tienen algo de su propio carácter. En ese sentido también Turguénev habla, por ejemplo, del “placer… que proporciona ajusticiarse a sí mismo, fustigar sus propios defectos en los personajes de ficción imaginados.” Como alguien señaló acertadamente con respecto a la pintura, en los autorretratos de Rembrandt hay una galería de tipos diferentes, cada uno de ellos parecido al propio artista y, al mismo tiempo, distinto de él.

Nobles demócratas
Al igual que su admirado Gogol, Turguénev no deseaba el completo relevo de las clases dirigentes; él cifraba grandes esperanzas en la renovación moral de la nobleza, viendo en ello el camino hacia el mantenimiento de su papel rector. Para él eran importantes las cuestiones de orden ético-moral, y también la posibilidad de conseguir la dicha personal cuando esa posibilidad se contradice con el deber moral.

De él, el escritor Saltikov-Schedrin decía en 1859: “¿Qué se puede decir de todas sus obras en general? ¿Que después de su lectura se respira mejor, mejor se cree y se siente una grata dulzura en el alma? ¿Que se percibe con nitidez cómo se va elevando nuestro nivel moral, que se bendice mentalmente y que se ama al autor? Mas todo ello serían simplemente lugares comunes, sin embargo ésa, precisamente esa impresión dejan estas imágenes de clara transparencia, de aérea sutilidad, esta fuente maravillosa en la que, de cada una de sus líneas, brotan impetuosos el amor y la luz…”

Las críticas de su época a las obras de Turguénev provinieron, tanto de los intelectuales vinculados al régimen zarista como de los demócratas revolucionarios, que pedían mayor claridad al expresar las críticas al sistema.
Sus propios orígenes impedían a estos escritores tomar actitudes más activas a favor de los cambios que se necesitaban en Rusia, pero al mismo tiempo su visión de artistas los hacía describir claramente cuáles eran las condiciones en que se vivía y los anhelos y las esperanzas de los protagonistas de sus obras.

Vaya como ilustración el epílogo de “Almas muertas”, para ver cuál era la concepción de estos hombres que, según parece, muy poco consiguieron después de tantos años, a no ser por la belleza y la alegría que produce la lectura de sus obras.

Epílogo
(En casa del gobernador. Entran el Jefe de Policía, el Intendente, el Gobernador, todos los Funcionarios. Aparece el Príncipe. Todos se inclinan ante su presencia)
Príncipe: “Antes de volver a San Petersburgo, me ha parecido conveniente reunir a todos ustedes y en parte explicarles el motivo de esta reunión. Ha ocurrido en este distrito un caso escandaloso que ustedes ya conocen. Este asunto ha desenmascarado a personas a las que yo tenía por honradas. Y es de los que por excesivamente innobles claman justicia. Sé que nada, ni los ruegos, ni el temor a los castigos pueden extirpar la corrupción. Está hondamente arraigada. El deshonroso hecho de recibir propinas se ha transformado en una necesidad hasta para los que pueden prescindir de ella. Sé que muchos no pueden luchar contra la corriente. Pero dejando por ahora a un lado el grado de culpabilidad de cada uno, pensemos que debemos salvar a nuestro país. Hay una fuerza perniciosa que la misma ley no puede vencer. Todo está tasado, todo tiene precio. Ningún funcionario, ni aunque fuese el más sabio o el más cruel de los hombres de gobierno, poseería la fuerza necesaria para remediar esta situación si no se va formando una conciencia de este tremendo mal. Solamente puede sanearse la administración si cada uno de nosotros siente que debe rebelarse contra la injusticia. Si cada uno siente más de cerca las obligaciones que crea al individuo su puesto en el mundo, porque desdichadamente tenemos una pobre idea de estos deberes.”

Algunos cuentos de Turguénev pueden leerse en:
“Un sueño” http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/rus/turgue/suenyo.htm
“Birouk” http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/rus/turgue/birouk.htm
“El bosque y la estepa” http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/rus/turgue/bosque.htm

Ir al capítulo 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11/12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23

miércoles, 5 de mayo de 2010

Blais: “Los periodistas siempre han sido rebeldes y muy difíciles de atar”

Madeleine Blais, periodista norteamericana ganadora del premio Pulitzer 1980, estuvo en la Feria del Libro para hablar de periodismo, con colegas del medio, y dar una conferencia pública sobre el reconocido dramaturgo norteamericano Tenesse Williams (El gato sobre el tejado de cinc caliente, entre tantas). Antes de encontrarse con el público de la Feria charló en exclusiva con Prensa Libre y la Editora Escala, de Brasil. La periodista habló en inglés con una traductora de por medio.

¿Qué significó el Pulitzer para usted?
Siempre viene bien tener ese premio en el currículo de uno, pero también debería decir que fue un gran honor para mí y agradezco siempre que se me haya reconocido de este modo y me ayudó a abrir puertas permanentemente. A veces significa, como me pasó recientemente, que visité Bulgaria y di cursos de periodismo durante una semana. El premio mejora la autoridad que uno tiene, justa o injustamente (risas), pero espero también yo haber generado oportunidades para los demás.

¿En su país existe tanta concentración mediática como acá? ¿Qué es mejor para que el periodista pueda desempeñarse en condiciones?
¿Lo que usted esta diciendo es que los medios están en manos de unos pocos aquí?

Si…
Cuando mayor diversificación haya es mejor (para el periodista). Sin embargo a mi me llama mucho la atención del término “periodista ciudadano”. Es un término, en definitiva, para que cualquiera que quiera presentar una historia en un sitio de Internet se pueda hacer llamar periodista. Por ejemplo, si yo me llamara una “cirujana ciudadana” diría: “¡En manos de ella no…! (no me opero). Los periodistas tienen capacitación, en cuanto al respeto por la precisión, la organización de la información, determinar lo más o menos importante. El ciudadano común tiene derecho a tener su opinión, pero no todo el mundo es periodista.

¿Cómo llegó al periodismo y a la literatura?
Yo crecí en una familia muy grande y llegaban muchos periódicos a nuestro hogar todos los días; cuatro, cinco y hasta seis por día y era un pueblo muy pequeño. Además justo cruzando la calle había una biblioteca. Pasé toda mi infancia expuesta a la literatura y al periodismo, y me encantaba leer diarios y periódicos y de joven intentaba obtener un puesto en la redacción. Era más fácil en ese entonces. Cuando se me abrieron las puertas empecé a publicar artículos de fondo para el Miami Herald en 1980, cuando era un gran periódico, con mucho personal que cubría Sudamérica y allí tuve la oportunidad de escribir historias largas y no simplemente la noticia de último momento. Y eso fue la base para el deseo de escribir libros. Enseño periodismo también y uno de mis libros preferidos para enseñar es Relato de un Naufrago (1970) de Gabriel García Márquez.

¿Qué condimentos debe tener el periodista para poder desempeñarse con éxito en el mercado?
Para mi los periodistas siempre han sido trashumantes, en general, rebeldes y muy difíciles de atar. Actualmente todavía se necesitan esas cualidades, pero hay que ser también emprendedor y empresario a la vez. Una persona de negocios realmente. Porque hay que saber como distribuir las historias que uno escribe, y como ganarse un nombre. No es tan fácil llegar a trabajar para una institución relevante.

¿Qué valores?

Estamos a favor del libre intercambio de ideas, la justicia social. Eso nos une aun más con mi marido (John Katzenbach, que también estará en la Feria), aunque como escritores seamos distintos. Yo puedo llegar a agonizar para buscar una palabra y mientras yo agonizo él capaz que escribió un capítulo… (risas) El fue periodista también, nos conocimos en una redacción.

¿Cómo está el periodista, en cuanto al ingreso, en su país?
Estamos en una etapa de indefinición. A los periodistas jóvenes les resulta muy duro. Hace treinta años había periodistas jóvenes, estudiantes que trabajaban para periódicos y ahora no encuentran trabajo. Es muy desalentador.

¿Para quien es más fácil cruzar al otro oficio, para el periodista o para el escritor?
Ser periodista requiere habilidades especiales: escuchar respetuosamente; aguantar a personas que no caen bien; respetar fechas límite muy estrictas. John (el marido) escribe desde adentro de su cabeza y aunque escucha a sus personajes, y algunos de sus personajes no le gustan, es diferente, él se pone sus propias fechas. La enseñanza en el periodismo, de alguna manera es más dura. Uno está tratando de cambiar el futuro de un individuo…(piensa). Es un desafío.

Las tecnologías tienden a inmovilizar en la redacción ¿Lo ve como una ventaja o una desventaja para hacer una nota efectiva?
Yo tengo tendencia a ir hacia la gente real, en lugares reales, con quienes sufren problemas reales. La entrevista telefónica es como una comida sin condimentos. Yo enseño y califico con mejores notas a aquellos alumnos que para sus trabajos realizaron un trabajo de campo, fueron al terreno, y escucharon. Eso califico.

¿Por qué eligió al dramaturgo Tenesse Williams (TW) para su charla con el público?
Esta entrevista que le hice a TW fue un pívot en mi vida y cómo pensé que la audiencia de la Feria del Libro son personas a las que les gusta la literatura les va a gustar que les hable de TW. Pues fue una estrella internacional

¿Cuánto de talento y cuánto de oficio tienen que tener un escritor o un periodista?
Cuando estaba en la secundaria estudie con unas monjas y una tenía una cita de (el reconocido inventor) Thomas Edison: “el genio se compone de nueve décimas de transpiración y de una décima parte de inspiración”. Así que el talento es importante, pero sin el trabajo duro del oficio no se puede hacer nada…

Madeleine Blais
Madeleine Blais obtuvo su título de grado en la Universidad New Rochelle y su maestría en la facultad de periodismo de la Universidad de Columbia. Fue periodista para el Boston Globe, el Trenton Times, y formó parte de la revista Tropic del Miami Herald desde 1978 a 1979.

En 1980 obtuvo el prestigioso Premio Pulitzer. Además, fue becaria Nieman en la universidad de Harvard en 1986. Ha escrito artículos para el Washington Post, el Chicago Tribune, la revista Northeast del Hartford Courant, el Philadelphia Inquirer, Newsday, Nieman Reports, Detroit Free Press, el Boston Globe, la revista New York Times, School Library Journal y para el San Jose Mercury News.

Es autora de “In These Girls, Hope Is a Muscle” (1995): finalista en la categoría de literatura de no ficción en los Premios del Círculo Nacional de Críticos Literarios; nombrado uno de los 100 mejores libros sobre deportes de siglo veinte por la cadena ESPN; y actualmente en proceso de ser llevado a la televisión.

Otras obras de su autoría son: “The Heart Is an Instrument; Portraits in Journalism” (1992); y “Uphill Walkers: Memoir of a Family” (2001), trabajo que recibió el premio “Massachusetts Book Award” y el premio “Ken Book Award” otorgado por la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales.

Es miembro asesor del directorio del programa de maestría en escritura creativa de no ficción de la Universidad Goucher; y forma parte del directorio editorial de Riverteeth, una publicación literaria de no ficción. Desde 1987 es profesora y coordinadora honoraria de periodismo de la universidad de Massachusetts en Amherst.

martes, 4 de mayo de 2010

Tigre en la 36ª Feria del Libro

La Subsecretaría de Cultura del Municipio presentará el libro “Tigre” de Javier Cófreces y Alberto Muñoz el 4 de mayo, en el Stand de la Región Metropolitana Norte del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires.

La actividad prevista para el martes 4 de mayo, desde las 14.15, comenzará con la proyección de un video institucional de las áreas de cultura de Tigre, San Fernando, San Isidro y Vicente López, integrantes de la Región Metropolitana Norte.

Asimismo la Subsecretaría de Cultura de Tigre presentará el libro “Tigre” de Javier Cófreces y Alberto Muñoz de la editorial de Ediciones en Danza año 2010, la exposición tendrá lugar a las 16.00.

Se expondrán también los siguientes títulos de autores tigrenses:

“Cien años de remo 1905 – 2005”, Rowing Club Argentino
“Tigre”, J. Cófreces y A. Muñoz
“Liniers íntimo”, Roberto L. Elissalde
“Parroquia de la Inmaculada Concepción”, Prbo. Edel Torrielli
“ Reseña Histórica del Partido de las Conchas”, Enrique Udaondo
“La Historia del Club Atlético Tigre”, Nazareno A. Scialpini
“El Reconquista, cronología de un río cercano”, David Kuczynski,
“El pago de Las Conchas y el Partido de Tigre”, Inst. Estudios Históricos del Partido de Tigre
“Desde el vapor – Historias sobre la navegación de pasajeros en el Delta”, Pablo Pereyra
“Tigre”, Ariel del Mastro
“Nuestras casas de Tigre”, Arq. Fernando Giesso y Arq. Roberto D. Mezzera
“Historias Tigrenses”, Prbo. Edel Torrielli
“Tigre y las verdes islas del Delta”, Silvina Ruiz Moreno de Bunge
“Cuentos creíbles”, Delfina Gálvez de Williams

Para mayor información comunicarse a 4512-4572 o vía E-mail: cultura@tigre.gov.ar