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España
José María de Pereda (1833-1906)
Cuando José María de Pereda y Sánchez Porrúa nace en Polanco (en la entonces Provincia de Santander, hoy Región de Cantabria), el 6 de febrero de 1833, tiene lugar la sucesión al trono de Isabel, la hija de Fernando VII, cuya designación iba a ocasionar la más importante guerra civil de ese siglo en España, y una nefasta herencia que originó el enfrentamiento entre las “dos Españas” con las guerras carlistas.
Los padres del escritor, Juan Francisco de Pereda y Bárbara Josefa Sánchez Porrúa, eran de familia acaudalada, naturales de Polanco él, y de Comillas ella. Según la reseña de Madariaga de la Campa, se habían casado muy jóvenes y se establecieron en Polanco donde mediante el trabajo en el campo y la ganadería pudieron mantener a sus veintidós hijos. El posterior traslado de la familia a Santander (para atender a la educación de los hijos), le permite a José María completar su panorama infantil campesino, con lo urbano y portuario, en su adolescencia. Esa experiencia tal vez sería muy decisiva en su vida de escritor, cuando describe sus ambientes y lugares, aún sus personajes típicos, siempre considerados por los críticos como más importantes que los argumentos, en general simples, o que la trama psicológica de sus obras.
En 1844 inicia estudios de Latinidad y luego de Filosofía en la escuela de Santander, y en 1852 comienza a prepararse para ingresar en la Academia de Artillería de Segovia. Para eso se traslada a Madrid, donde el contacto y el ambiente de la ciudad, lo inclinaron por la vida social, y a hacer abandono de esos estudios, como él mismo diría, “por falta de vocación para ellos".
En Madrid, testigo de la revolución de 1854, estuvo a merced de las balas por el tiroteo en las calles, hechos que relata en detalle en su novela Pedro Sánchez. Por esa época se aficiona a la lectura de novelas. Entonces escribe sus primeras obras que no tienen trascendencia, y regresa a Santander, donde muere su madre, se contagia de cólera y sufre una depresión, por o que su familia lo envía a Andalucía.
Hacia 1858, comienza a publicar sus primeros artículos periodísticos de crítica teatral y sobre la vida local. También escribe sus primeras obras teatrales y algunos cuentos.
Ya volcado de lleno a la escritura, en 1864 logra cierto reconocimiento con su primer libro, de carácter costumbrista, “Escenas montañesas”. (“La leva” es un relato muy elogiado por Menéndez y Pelayo). A partir de entonces, José María de Pereda se consolida como escritor costumbrista, con novelas cortas, bocetos, y relatos caricaturescos.
En su segundo libro, “Tipos y paisajes” (1871), son trece relatos con igual temática, donde se destaca, sobre todo, el titulado "Blasones y talegas".
Luego de su casamiento en 1869, a los veintiséis años, con Diodora de la Revilla, inicia su incursión en la política como diputado carlista con el apoyo del clero y de las familias católico-monárquicas. Esa experiencia le sirvió para su novela corta “Los hombres de pro”, incluida en su libro Bocetos al temple (1876). Su retiro de la política fue explicado por el mismo Pereda:
“Vuelto a mi casa y más enamorado de la paz de mi hogar que de la política y que de la literatura tuve que consagrarme por entero a compartir con mi mujer los cuidados de los niños que a la sazón tenía. Cuatro o cinco años pasaron entonces sin que yo publicara ni escribiera cosa alguna”
Marcelino Menéndez y Pelayo fue uno de los amigos que lo estimuló para volver a la escritura. Inicia así una segunda época caracterizada por sus novelas:
“El buey suelto” (1877), naturalista, algo caricaturesca y humorística; “De tal palo tal astilla” (1879); “El sabor de la tierruca” (1882), considerada una obra maestra del costumbrismo; la autobiográfica “Pedro Sánchez” (1883); “Nubes de estío” (1890), que describe a los veraneantes en Santander, pero donde se cree expresa los síntomas de sus trastornos nerviosos que se iban agravando con los años.
La muerte de su primogénito, Juan Manuel, lo llenaron de complejos de culpa, agravaron sus trastornos y lo trasportaron a una etapa de misticismo, que sólo con el apoyo de su familia y sus amigos le permitieron concluir “Peñas arriba” (1895), que para Estrella Gutiérrez significa la cumbre de su obra.
Finalmente, publica su novela corta “Pachín González” (1896), basada en la explosión del vapor "Cabo Machichaco", atracado en el puerto de Santander con un cargamento de dinamita, en noviembre de 1893.
Prácticamente allí concluye su vida como escritor, en 1904 sufrió un ataque apoplético que lo dejó casi inválido, y finalmente murió el 1 de marzo de 1906.
Como escritor regionalista tuvo sus vicios y virtudes, con menor profundidad en la creación de caracteres que su amigo Pérez Galdós, pero más descriptivo; al decir de Estrella Gutiérrez “supo apresar el alma y el paisaje de un bello rincón de España”. De origen hidalgo por genealogía, Pereda se caracterizó por su espíritu conservador y tradicionalista y fervoroso católico, lo que no le impidió ser gran amigo del liberal, republicano y anticlerical Benito Pérez Galdós, quien destacó "su personalidad vigorosa" y lo singular de su obra literaria que lo hacía diferente a los escritores de su tiempo.
Marcelino Menéndez Pelayo lo consideraba el mejor representante contemporáneo de las letras de su tierra. “Dentro del naturalismo español –dijo- los lienzos de Pereda tienen un valor solamente comparable con el de la antigua novela picaresca”.
Los chicos de la calle: http://es.wikisource.org/wiki/Los_chicos_de_la_calle
Blasones y talegas en:
http://es.wikisource.org/wiki/Blasones_y_talegas
Los hombres de pro (Cap. 1) en: http://es.wikisource.org/wiki/Los_hombres_de_pro:_01
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