viernes, 18 de junio de 2010

El cuento: origen y desarrollo (30) por Roberto Brey

30
Henry James y sus contemporáneos


El crítico Lionel Acher produjo un interesante trabajo a partir de escritos de James en los que opina sobre Maupassant. James, marcado por el puritanismo anglosajón, pero con “un deslumbrante cosmopolitismo” se dirige a un público anglosajón y puritano para hablarle del escritor francés. Allí, dice Acher, James aprueba totalmente a Maupassant al considerar: “el escritor no tiene otra misión que reproducir con fidelidad (la ilusión que se hace del mundo), con todos los procedimientos del arte que ha aprendido y de los que puede disponer”. Y, asegura Acher, se muestra reservado sobre el axioma de Maupassant: “la psicología debe ocultarse en el libro como se oculta en la realidad bajo los hechos de la existencia”.

Henry James no oculta tampoco su predilección por los cuentos de Maupassant, que “merecen un primer lugar en toda apreciación imparcial de su talento (…) resulta que su originalidad se encuentra en ellos perfectamente representada, y su brevedad, extrema en algunos casos, no les impide constituir una colección de obras maestras. (Hablo de los mejores, pues son desiguales).” ¡Vaya elogio, proviniendo de uno de los más grandes cuentistas de todos los tiempos!

Pero para Acher la admiración por Maupassant escritor, por parte de un crítico objetivo como James, cede en un punto ante su propio moralismo victoriano, al achacarle el exceso de importancia que el francés le otorga al sexo, al reprobar la visión de la vida que propone Maupassant. Critica en el cuento “Descubierta” (1884) lo que llama “erupción de anglofobia casi inconcebible (…) de irresponsabilidad y mal gusto”. Señala también: “sus observaciones están despojadas de toda superstición, de todas nuestras complacencias inglesas, de nuestras superficialidades delicadas y a menudo imaginativas”. Para señalar después que Maupassant es un escritor “a la vez tan licencioso y tan impecable…”

Para el argentino Tomás Eloy Martínez, el aporte central de Henry James será “la creación de realidades que están siempre en duda”, afirma en un reciente artículo. “Todo lo que suceda será de una manera o de otra. El lector así tiene que decidir cuál es el verdadero lugar de cada cosa…”

Coincide con que cierta “incomodidad lo aquejaba al narrar la vida sexual de sus personajes”, y cita a “Washington Square” (1881), “Otra vuelta de tuerca” (1898) y “Los embajadores” (1903) como referencia de lo que se sugiere sin decir.

Martínez considera que muchas de sus ficciones tienen varios sentidos posibles “y que solo en la ambigüedad encuentran su razón de ser.” Y que “por su complejidad y la delicadeza de su ejecución, la obra de James tiene pocos herederos”, y de entre ellos rescata al Bioy Casares de “Moscas y arañas”

Algunos cuentos de Henry James que se pueden leer en Internet:
Los amigos de los amigos: http://es.wikisource.org/wiki/Los_amigos_de_los_amigos
El árbol de la ciencia: http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/james/arbol.htm
La edad madura http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/james/edad.htm
La figura en el tapiz: http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/james/figura.htm
La leyenda de ciertas ropas antiguas:
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/james/leyenda.htm
Lo mejor de todo:
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/james/mejor.htm

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