Muriel Spark tenía 88 años cuando murió en 1986, y dos años
antes había publicado su última novela. Nacida en Edimburgo, su carrera
literaria se inició después de la segunda guerra, como poeta y biógrafa de Mary
Shelley, en una época en que no era fácil vivir en Gran Bretaña, frente a las
penurias económicas y el racionamiento. Pero tuvo suerte, y talento, por lo que
su carrera se extendió durante todo el siglo, con numerosas novelas, llevadas
al cine y al teatro, una de ellas, “La
intromisión”, comentada en estas páginas. La editorial La Bestia Equilátera
tiene a su vez editadas también: Los
encubridores y Memento mori.
La novedad ahora editada es Muy lejos de Kensington, y su protagonista es una chica gordita,
que por esa misma condición se convierte en una especie de confesora de muchos
de sus vecinos de la casa de pensión en donde vive, allá por los años
cincuenta.
Una de las pensionistas, la costurera polaca que recibe
amenazas, se convierte en el centro de una investigación que no sólo convierte
a la novela en una típica de intriga, sino que, además, como ella misma lo
destaca, la “Señora Hawkins”, como la llaman con respeto los vecinos pese a su
juventud, también da consejos infalibles, que se ofrecen “gratis con el costo
del libro”. Cómo vencer el insomnio, adelgazar, escribir una novela o tratar
con maridos, son algunas de la tantas cosas que se pueden aprender en un libro
divertido, ameno y que plantea una intriga del principio al fin, además de
intrincarse en una sociedad muy particular, de la que algo había adelantado en
otras de sus novelas, contada con gracia y sencillez para deleitar al más
exigente de sus lectores.
Una galería de personajes de todo calibre pasa por estas
páginas, donde la filosofía de la “Señora Hawkins” se abre paso infalible, entre
el destino que tiene sus sorpresas, las contrataciones de su trabajo como
escritora, más vinculadas a sus defectos que a sus virtudes; esos increíbles y
estudiados métodos para lanzarse a una primera publicación; o esos incomparables
consejos para concentrarse a partir de un gato; y hasta ese sencillo, pero tan
útil consejo para rehusarse a una petición, o para responder correspondencia.
En definitiva, vale la pena leer esta novela, como la
anterior comentada, como muchas de las otras obras de Muriel Spark, que por
algo fue famosa en su país, y que seguramente, aunque sea por esto sólo,
merecía recibir ese título de Dama al Servicio del Imperio Británico, en 1993.
R.B.
Muy lejos de Kensington
Muriel Spark
254 pág.
La Bestia Equilátera
No hay comentarios:
Publicar un comentario