viernes, 10 de junio de 2011

El cuento: origen y desarrollo (77) por Roberto Brey

La tumba de Dostoievski en Tijvin.
77



Dostoievski (3)


Opiniones

Dostoievski murió en su casa de San Petersburgo, el 9 de febrero de 1881, de una hemorragia pulmonar asociada a un enfisema y a un ataque epiléptico. Fue enterrado en el Cementerio Tijvin, dentro del Monasterio de Alejandro Nevski, en San Petersburgo. El vizconde E. M. de Vogüé, entonces embajador de Francia en Moscú, que asistió a este funeral, lo ha descrito como una especie de apoteosis. En su libro, «Le Roman russe», señala que entre los miles de jóvenes que seguían el cortejo, se podía distinguir inclusive a los «nihilistas», aquellos de los que había renegado en su juventud. Por su parte, Anna Grigórievna Snitkina (su esposa) señaló al respecto: «los diferentes partidos se reconciliaron en el dolor común y en el deseo de rendir el último homenaje al célebre escritor». En su lápida sepulcral puede leerse el siguiente versículo de San Juan, que sirvió también como epígrafe de su última novela, Los hermanos Karamázov:

“En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo, pero si muere produce mucho fruto”.
Existencialismo

Como ya se dijo, Dostoievski es considerado uno de los precursores del existencialismo y probablemente el mayor representante de la literatura existencialista. Novelas como Crimen y castigo, Memorias del subsuelo, Los endemoniados, Los hermanos Karamázov y El idiota tienen un carácter existencialista en sus temáticas, que enfatizan el libre albedrío del hombre como esencia, particularmente expresado por el renacimiento espiritual a través del sufrimiento, la idea del suicidio, el orgullo herido, la destrucción de los valores familiares y el falaz determinismo que el racionalismo occidental impone al hombre, subyugando su voluntad a las «leyes de la naturaleza». Dostoievski sostuvo: «la idea de la naturaleza humana que surge es imprevisible, perversa y autodestructiva; sólo el amor cristiano puede salvar a la humanidad de sí misma, pero ese amor no puede ser entendido desde la sensibilidad filosófica». Sartre, al opinar sobre el existencialismo en Dostoievski, destaca la reflexión de Iván Karamázov:

Dostoievski ha escrito: «Si Dios no existe, todo está permitido». He aquí el punto de partida del existencialismo. Efectivamente todo es lícito si Dios no existe, y como consecuencia el hombre está «abandonado» porque no encuentra en sí ni fuera de sí la posibilidad de anclarse. Y sobre todo no encuentra excusas. Si verdaderamente la existencia precede a la esencia, no podrá jamás dar explicaciones refiriéndose a una naturaleza humana dada y fija; en otras palabras, no hay determinismo: el hombre es libre, el hombre es libertad. Por otra parte, si Dios no existe, no encontramos frente a nosotros valores u órdenes que puedan legitimizar nuestra conducta. Así, no tenemos, en el luminoso reino de los valores, justificaciones o excusas. Estamos solos, sin excusas. Situación que creo poder caracterizar diciendo que el hombre está condenado a ser libre. Condenado porque no se ha creado a sí mismo, y no obstante libre porque, una vez lanzado al mundo, es responsable de todo lo que hace. El hombre, sin apoyo ni ayuda, está condenado en todo momento a inventar al hombre.

En toda su obra mostró Dostoievski un inmenso interés por el hombre de su tiempo. Estaba convencido de que el futuro de la humanidad se hallaba en juego. Por eso sus obras no abordan temas históricos sino actuales. “El hombre en la superficie de la tierra no tiene derecho a dar la espalda y a ignorar lo que sucede en el mundo, y para ello existen causas morales supremas", decía. Y su realismo no se detuvo ante las facetas más oscuras del espíritu humano sino, por el contrario, penetró en ellas, colocando a los héroes de sus novelas en las situaciones más extremas, rastreando sus conflictos interiores y sus motivaciones más profundas. Consideraba su deber, en cuanto escritor, encontrar el ideal que late en corazón del hombre, "rehabilitar al individuo destruido, aplastado por el injusto yugo de las circunstancias, del estancamiento secular y de los prejuicios sociales.”

Esa temática, y el modo de abordarla, de sus novelas trágicas se adelantó en el tiempo a los estudios psicoanalíticos sobre el inconsciente, al surrealismo y al existencialismo. En cuanto a lo estrictamente literario, tal vez haya sido su gran aporte el haber colocado al narrador dentro de la obra, dejando la postura externa de quien relata una historia ajena. Este estilo fue retomado posteriormente por autores diferentes como Thomas Mann, Unamuno y Sartre.

Uno de sus textos primeros, ya muestra un estilo diferente:

«Los mendigos profesionales alquilaban, en los barrios pobres, niños escuálidos para llamar la atención de los transeúntes y si el niño moría durante el día, seguían exhibiéndolo hasta la noche para no perder el precio del alquiler. Dievuschkin no podía comprender cómo los pequeños eran víctimas de esta situación tan habitual en la sociedad rusa. En este fragmento se evidencia este cotidiano escenario... "Y temblando todo él, llegase corriendo a mí y mostrándome el papel, con vocecilla que tiritaba, me dijo: "Una limosnita, señor"... No hay que ponderar el caso, que es claro y corriente. Pero ¿qué iba yo a darle? Pues no le di nada. Y sin embargo, me inspiraba tanta compasión».
— De Fedor Dostoievski, “Pobres Gentes”.



Un fragmento de “Los hermanos Karamazov” puede leerse en: http://www.ciudadseva.com/textos/novela/graninqu.htm

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1 comentario:

Sorokin dijo...

Un artículo muy interesante. Para mí, Dostoievski es el mejor escritor ruso del siglo XIX y los "hermanos Karamázov" es una obra cumbre de la literatura universal. Como decía Woody Allen : "todo está en los hermanos Karamázov".

Hay, sin embargo una faceta de Dostoievski que casi ningún crítico menciona: su sentido del humor que aparece brillante, por aquí y por allá en medio de la tragedia humana. "El jugador", por ejemplo, pero también acuérdense, en "los hermanos", cuando muere el santo ermitaño y, en contra de lo que un guión hagiográfico requeriría, empieza a despedir un hedor insoportable ante la repugnancia de todos sus seguidores, que, sin duda, esperaban un suave aroma de rosas...

También hay un fuerte comnponente nacionalista en sus obras: los polacos son malvados (ellos corrompen a Grushenka), los alemanes de San Peterburgo tampoco salen muy bien parados...

¿Saben que libro tenía Sadam Husein en su guarida cuando fue detenido? "Crimen y castigo", por supuesto.

UN saludo