Público de todas las edades convocó el historiador Ezequiel Adamovsky en una conferencia sobre su libro, Historia de la Clase Media Argentina.
Apogeo y decadencia de una ilusión, 1919-2003, organizada por el partido Nuevo Encuentro, en la Biblioteca Popular de Martínez. El joven escritor charló, debatió y contestó preguntas de un auditorio que se mostró curioso y deseoso de hablar y conocer sobre sí mismo, sobre las clases sociales y sobre su rol en la vida social y política actual.
Mafalda, el eterno y querible personaje del reconocido dibujante, Quino, pertenecía a la clase media. Con la inocencia y la frescura de su niñez, la punzante niña más de una vez se preguntó y le preguntó a la sociedad qué significaba el ser “clase media” hasta que un día ensayó el autocrítico: “clase mediaestúpida”.
Estamento social para algunos, rejunte cambalachesco para otros, la clase media es una categoría ineludible para hablar de lo social y político en el país desde principios del siglo pasado cuando Joaquín V. González la nombró explícitamente por primera vez, según relató el historiador Ezequiel Adamovsky
El viernes de la semana última, Adamovsky estuvo en la Biblioteca Popular de Martínez para hablar de su obra, Historia de la Clase Media Argentina. Apogeo y decadencia de una ilusión 1919-2003, (2009-Planeta) frente a un auditorio muy entusiasmado que lo bombardeó con preguntas, opiniones e interpretaciones sobre sí.
El evento estuvo organizado por el partido Nuevo Encuentro, una fuerza que desde que se incorporó al mapa ideológico local tuvo la buena idea de darse a conocer, y en la medida de las posibilidades, plantear sus ideas y visiones en encuentros artísticos y culturales, que hacen más ameno el abordaje político del tema que sea.
“Creo que fue analizarnos a nosotros mismos, que nos creemos clase media y nos queremos separar de la clase obrera. Esa cosa de creer que estamos un poquito más arriba” le dijo Norma, de Martínez, a Prensa Libre, después de la charla, mientras varios se acercaban con sus libros al autor para que se los dedique.
“Me hizo pensar en los ´90, que sentimos como que dejábamos de ser clase media para ser pobres” relató luego Laura (30), de Olivos, otra de las participantes; “no conocía el libro ni al autor pero me aportó una nueva mirada” reconoció Luis, de Boulogne y su pareja, Adriana, acotó que ella lo había conocido por Internet.
Una de las ideas que ensayó el joven autor fue que durante los ´60 y los ´70 “hubo solidaridad entre la clase media y el resto de la población; y que, por entonces, “había más canales de ascenso social que actualmente” y los medios de comunicación “influían menos en cómo la sociedad se pensaba a sí misma”.
Para Adamovsky, así como la solidaridad estaba presente a principios de los ´70 pues “había sueños de una vida en igualdad”, antes, durante los años ´20 “igual hubo lazos” que surgieron tras la “oleada revolucionaria internacional (europea) que llegó al país, y la ausencia de medios de comunicación poderosos”.
El otro punto de encuentro político entre la clase media y los trabajadores se produce con la crisis de 2001, sin embargo, la diferencia con principios de siglo la da el hecho de que “en 2001 no hubo una ideología unificante como la socialista, pero si unió el miedo al colapso” señaló.
El joven historiador reveló que para los años ´30 los discursos “no eran hacia la clase media ni la nombraban” y que “la UCR (radicalismo) tenía líderes conservadores que no eran de clase media”. Además indicó que Yrigoyen “fue votado por varias” clases sociales y que su presidencia “no expresa el acceso de la clase media al poder”.
Para Adamovsky, sin embargo, “los obreros con el peronismo sí utilizaron el imaginario de la clase media; el ideal de la casa californiana, por ejemplo”, graficó el analista e indicó: “aunque (el ex presidente Juan Domingo) Perón no sedujo a la clase media, acostumbrada a pensar el ascenso social como esfuerzo individual y paciente “.
El historiador explicó luego: “hoy la clase media es transversal y hay un abismo entre los que se sienten clase media y lo que un sociólogo puede clasificar así”; y destacó: “hay tendencia a una visión estática de la clase media que no es tal” y además a diferencia del pasado “la clase alta toma modos de la clase baja, como la cumbia”.
A modo de síntesis Adamovsky interpretó que hoy “falta un proyecto de vida social entre iguales que sea propio, no inducido por los medios de comunicación u otra clase social” y en esta línea enfatizó: “cada vez resulta más obvio y evidente que no somos europeos” y que “ésta es una imagen falseada”.
Sobre el leit motiv de su libro el historiador, en charla con Prensa Libre, expresó: “la inquietud tiene que ver con pensar la participación de gente que no es obrera, o trabajadora, en pie de igualdad con personas de distintas condiciones en la refundación de un movimiento social emancipatorio”.
“Es crucial pensar en el establecimiento de lazos de solidaridad entre lo que llamamos los sectores medios y los más pobres” advirtió, y relató que la idea de escribir sobre la clase media no nació tras los sucesos de 2001, aunque la crisis “si orientó algunas de las preguntas que hice hacía el pasado”.
Adamosky comenzó a trabajar en su obra hacia finales de los ´90 y reveló: “aunque no viene directamente de ahí, el 2001 y ese reencuentro que hubo entre clases populares y sectores medios fue de alguna manera una clave para interpretar algunos aspectos del pasado” puntualizó.
“El tema clase media interpela a mucha gente. Todo el mundo tiene una opinión formada acerca de cómo es, qué hace y qué dice la clase media. En ámbitos más bien progresistas hay una visión crítica, o autocrítica, y eso siempre genera interés en alguna discusión”, observó el intelectual.
Ezequiel Adamovsky es historiador y ejerce la docencia en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA), y en la Escuela de Humanidades de la Universidad de San Martín. Actualmente escribe sobre las clases populares, con Gabriel Di Meglio (autor de La plebe urbana de Buenos Aires y la política entre la revolución de mayo y el rosismo).
El Frente para la Victoria estrenó sede
Hace 10 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario