Autor: Alberto Ivern
Colección: “Actualidad – Educación”
128 páginas
Editorial Ciudad Nueva
Colección: “Actualidad – Educación”
128 páginas
Editorial Ciudad Nueva
Una crisis nos puede desalentar, hacer bajar los brazos, puede aislarnos. Una de las propuestas de Hacia una pedagogía de la reciprocidad, del especialista, Alberto Ivern, es desechar esta visión negativa y pensar la crisis educativa como una oportunidad de cambio, de inclusión y de puesta en práctica de nuevos paradigmas.
Ivern es licenciado en ciencias de la educación y docente de Filosofía y Pedagogía, en la cátedra de Estudios Americanistas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Es uno de los coordinadores del Centro Pablo VI de la Pastoral Social de San Isidro, y también, coordina el proyecto "CeAIS." de creación de Centros de Aprendizaje e Integración Social.
Ivern destierra la idea de que la superación de la crisis educativa es tarea individual, de poseedores de saber, y de que tal superación viene después de otros logros urgentes como el hambre, la salud, el trabajo o la violencia escolar. Más bien considera que estas cuestiones son síntomas de la crisis.
A los largo de seis capítulos Ivern propone, primero involucrarse, y a la par revisar actitudes, normas y lenguajes desde los cuales los problemas, en la mayoría de los casos por no decir siempre, son percibidos, sentidos y narrados como carencias de los demás, y además, las causas son visualizadas como fatalidades naturales.
Ivern pone de relieve la construcción de vínculos interpersonales entre todos los miembros de una comunidad educativa para poder luego enseñar. Ni más ni menos que la puesta en práctica de lo que se predica. Es así como ya estamos enseñando a convivir a los educandos, ejemplifica.
Ocuparse juntos. Cada uno de nosotros. Co-producir. Co-existir. Recuperar el valor específico de cada ciencia, de cada esfuerzo humano por producir conocimientos, es decir herramientas para la construcción del destino común. Construir entre todos He aquí la reciprocidad.
Ivern es licenciado en ciencias de la educación y docente de Filosofía y Pedagogía, en la cátedra de Estudios Americanistas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Es uno de los coordinadores del Centro Pablo VI de la Pastoral Social de San Isidro, y también, coordina el proyecto "CeAIS." de creación de Centros de Aprendizaje e Integración Social.
Ivern destierra la idea de que la superación de la crisis educativa es tarea individual, de poseedores de saber, y de que tal superación viene después de otros logros urgentes como el hambre, la salud, el trabajo o la violencia escolar. Más bien considera que estas cuestiones son síntomas de la crisis.
A los largo de seis capítulos Ivern propone, primero involucrarse, y a la par revisar actitudes, normas y lenguajes desde los cuales los problemas, en la mayoría de los casos por no decir siempre, son percibidos, sentidos y narrados como carencias de los demás, y además, las causas son visualizadas como fatalidades naturales.
Ivern pone de relieve la construcción de vínculos interpersonales entre todos los miembros de una comunidad educativa para poder luego enseñar. Ni más ni menos que la puesta en práctica de lo que se predica. Es así como ya estamos enseñando a convivir a los educandos, ejemplifica.
Ocuparse juntos. Cada uno de nosotros. Co-producir. Co-existir. Recuperar el valor específico de cada ciencia, de cada esfuerzo humano por producir conocimientos, es decir herramientas para la construcción del destino común. Construir entre todos He aquí la reciprocidad.
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